Manos rojas contra el reclutamiento de niños, niñas, adolescentes y jóvenes

El 12 de febrero se conmemora el día internacional de las Manos Rojas. La Unidad para las Víctimas se une a esta fecha recordando a las más de 8.000 personas que han sido víctimas de este fenómeno y hace un llamado para que se respeten los derechos de los niños y niñas.

Día internacional de las Manos Rojas

Bogotá, 11 de febrero de 2016. La Unidad para las Víctimas, Bienestar Familiar y la Organización Internacional para las Migraciones presentarán este viernes en Bogotá los mecanismos para prevenir el reclutamiento que trabajan en común dichas entidades.

Desde el 2002, todos los 12 de febrero, se realiza el Día de las Manos Rojas, con el que se conmemora el aniversario de la firma del protocolo de la Convención sobre los Derechos del Niño, que prohíbe el uso de niños, niñas y adolescentes en los conflictos armados.

El conflicto colombiano no ha sido ajeno a este hecho victimizante. Según el Registro Único de Víctimas (RUV), 8.942 personas han sido víctimas de vinculación a diferentes grupos armados al margen de la ley cuando aún eran niños, niñas o adolescentes. La mayoría son hombres (66%), las mujeres representan el 31% y la población LGBTI supone el 0,02%.

De acuerdo con dicho registro, los departamentos que han tenido mayor incidencia del fenómeno de utilización de niños, niñas y adolescentes son: Antioquia (20%), Meta (9%), Caquetá (7%), Cauca y Tolima (6%), Putumayo (5%) y Nariño, Valle del Cauca y Arauca (4%).

“La Unidad para las Víctimas participa en el Día de las Manos Rojas porque rechazamos totalmente cualquier tipo de utilización de la población más joven en la guerra. Queremos que nuestros niños, niñas y adolescentes crezcan en un ambiente familiar, amigable y sin los rigores que impone el conflicto armado”, asegura Paula Gaviria Betancur, directora de la Unidad para las Víctimas.

Yina Morales fue reclutada a los 11 años en Chaparral (Tolima). Actualmente estudia Trabajo Social y trabaja como auxiliar de enfermería. “Nosotros somos ejemplo de que sí se puede salir adelante. Todos debemos tener la oportunidad de estar en un entorno donde podamos cambiar y desde allí transformar nuestras historias en una memoria que realmente garantice que lo que nos pasó no le pase a ningún niño o niña”, cuenta esta joven.

El reclutamiento ilícito, la amenaza de reclutamiento, el abuso sexual, el desplazamiento forzado o la trata de personas se cuentan entre las vulneraciones de las cuales son objeto los niños, niñas y adolescentes en la guerra. Es importante señalar que dentro de las causas del desplazamiento forzado se identifican, entre otras, la amenaza de reclutamiento ilícito: 32.247 víctimas se encuentran registrados por este hecho, entre los 6 y 12 años (37%), entre los 13 y 17 años (37%) y durante la primera infancia (26%).

“He tenido la experiencia de viajar por el mundo contando como es este fenómeno y, cuando haya paz, espero poder contribuir y ayudar a los excombatientes para su proceso de reinserción social”, agrega Yina Paola. “Debemos ayudar a construir la paz conjuntamente en una sociedad donde haya más tolerancia, solidaridad e inclusión”, asegura.

El Día de las Manos Rojas se ha convertido con los años en una oportunidad para sensibilizar al país sobre este fenómeno, recordar a todos los colombianos que niños, niñas y adolescentes son sujetos titulares de derechos y que deben recibir protección integral por parte del Estado, la familia y la sociedad; evitando toda forma de violencia, perjuicio o abuso físico o mental, malos tratos o explotación, incluido el reclutamiento ilícito y su vinculación a las dinámicas de la guerra.

Presentación de mecanismos para prevenir el reclutamiento ilícito
Lugar: Hotel Crowne Plaza Tequendama. Bogotá.
Fecha: Viernes, 12 de febrero de 2016.
Hora: 08:30 a.m.

Crónica

Yina Paola MorenoAhora salva vidas

No tiene claro que edad tenía, pero Yina Paola Moreno, dice que 12, podrían ser 13 o catorce; lo cierto es que a esa edad indeterminada, cuando era una guerrillera rasa, se volvió la pareja del comandante de finanzas de un frente de las Farc en el sur del Tolima: "El señor tenía como 40 años y, ahora que lo pienso, no sé porqué estuve con él, ni si lo quería. Para mí nunca existió el amor allá. A las mujeres nos prohibían tener novios civiles. Los compañeros no nos tomaban en serio y yo no tenía como objetivo conseguir esposo, llegué allá huyendo del maltrato que vivía en mi casa. Pero se dieron las cosas.

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