En los hechos presentados el 2 de mayo de 2002, al menos 83 personas perdieron la vida y más de 100 quedaron heridas. Los hechos provocaron que miles de familias se desplazaran hacia Quibdó y otros lugares.
A la fecha, de acuerdo con las cifras del Registro Único de Víctimas (RUV), hay 8.205 víctimas cuya ubicación actual es Bojayá, de las cuales 7.919 cumplen con los requisitos de ley para acceder a las medidas de atención y reparación.
Sin embargo, en el mismo registro se reporta que hay 37.734 personas que fueron victimizadas y que sufrieron daños como consecuencia de infracciones al Derecho Internacional Humanitario o de violaciones graves a las normas internacionales de Derechos Humanos con ocasión del conflicto en dicho municipio.
Con el fin de restablecer los derechos de quienes han sufrido la barbarie del conflicto, la Unidad para las Víctimas avanza de manera comprometida en la reparación integral en sus dimensiones individual, colectiva, material, moral y simbólica; esto enfocado en una población donde el 49.6 % son mujeres, el 40% se autorreconocen como negros o afrocolombianos y el 18 % como indígenas.
La entidad ha invertido $8.491.739.032 en la entrega de 1.042 giros para indemnizar individualmente a 996 personas.
Desde 2012, se han entregado 9.582 giros de Atención Humanitaria con una inversión de $5.859.362.500 a hogares víctimas de desplazamiento forzado con carencias en subsistencia mínima y con residencia en Bojayá. Adicionalmente, se han apoyado 1.746 hogares con Ayuda Humanitaria en especie por un monto de $949.485.781.
En esta región hay tres Sujetos de Reparación Colectiva (SRC): Comunidad Afro de Bellavista, Comunidad Indígena Embera Dóbida de Bojayá y Comunidad Afro del Municipio de Bojayá.
El Sujeto de Reparación Colectiva Comunidad Afro de Bellavista tiene incorporadas 35 acciones en su Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC). De acuerdo con Ramón Rodríguez Andrade, director de la Unidad, “tenemos un avance en la ruta de reparación colectiva del 42.9 % con la comunidad de Bojayá”. Agrega que todas las medidas tienen un gran impacto en las comunidades, ya que están enfocadas a reconstruir el tejido social, los lazos de confianza y, así mismo, la transformación de los territorios y el fortalecimiento de los proyectos de vida de estas.
Se ha realizado una inversión de más de 1.032 millones para cumplir con esos objetivos en esta comunidad. Es el caso de la Tienda comunitaria y la Casa Pasaje. La primera está en un avance del 90 % y la Casa Pasaje con un avance del 26%, para lo que ya se entregaron los materiales y ya se encuentra contratada la mano de obra y en ejecución. “La casa va a servir en calidad de residencia, tendrá más o menos nueve habitaciones y un salón comunal para reuniones de la comunidad”, según indicó Jimmy Chaverra, habitante de Bojayá.
Muchas de estas acciones se relacionan con la medida de rehabilitación y están enfocadas al fortalecimiento de las prácticas culturales. Tal es el caso de la promoción de las prácticas culturales mortuorias como los alabaos, el gualí y el levantamiento de tumba, prácticas que según la comunidad transmiten los valores sociales y principios espirituales basados en la unión, la solidaridad y el acompañamiento de sus seres queridos vivos y muertos.
Otra de las acciones desarrolladas ha sido la recuperación y el fortalecimiento de las actividades de relacionamiento con el río Atrato, a través de la realización de competencias de pesca, canotaje, natación, buceo y creación de versos alusivos al río.
Por otra parte, para recuperar los encuentros deportivos y los juegos tradicionales, la Unidad para las Víctimas viene apoyando la entrega de dotaciones e implementos para el fortalecimiento de las prácticas deportivas, competencias de fútbol, microfútbol, voleibol, así como los juegos tradicionales de mesa y rondas familiares; actividades que mantienen a la comunidad interactuando por el bienestar de todos.
“En estos momentos estamos atendiendo dos Sujetos de Reparación, uno es la Comunidad Afro de Bellavista y el segundo es la Comunidad Indígena Embera Dóbida de Bojayá. Estos Sujetos están en proceso de implementación; son acciones que ya hemos venido concretando con los Sujetos y esperamos que este año podamos seguir avanzando”, indicó John Fredy Vargas, subdirector de Reparación Colectiva de la Unidad. En cuanto al SRC Comunidad Afro del Municipio de Bojayá, se proyecta realizar la protocolización del PIRC del Sujeto y realizar el reconocimiento de la indemnización étnica.
Tal vez uno de los logros más importantes ha sido el acompañamiento psicosocial en los procesos de búsqueda, exhumación, identificación y entrega de las víctimas de la masacre del 2 de mayo. La entrega se llevó a cabo entre el 11 y el 19 de noviembre de 2019. La entidad garantizó la participación de la comunidad y de familiares directos de las víctimas en los actos simbólicos y de entrega.
De igual manera, durante la implementación de la estrategia de recuperación emocional grupal, la Unidad ha posibilitado el acceso de los sobrevivientes a la atención psicosocial, contribuyendo a la mitigación de los daños sufridos con ocasión del conflicto, al restablecimiento de la confianza con el Estado y la reconstrucción del proyecto de vida. En Bojayá se han atendido 809 sobrevivientes a través de estas metodologías.
A la fecha, en Bojayá se han entregado 162 Esquemas Especiales de Acompañamiento Familiar o unidades de negocio para el componente de sostenibilidad ambiental y seguridad alimentaria de las familias retornadas. Adicional a esto, se han entregado seis Esquemas de Acompañamiento Comunitario relacionados con materiales para la construcción de infraestructura social y comunitaria. Actualmente existen cuatro Planes de Retornos y Reubicaciones formulados.
(Fin/AVA/RAM/COG)
Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas
Oficina Asesora de Comunicaciones, Bogotá 2021