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Chamí
La lucha de la comunidad Emberá Chamí por tierra y dignidad en Guaviare

Slide En un contexto de desplazamiento y diferencias culturales, el amor no solo ofrece esperanza, sino que también refuerza los lazos entre pueblos diversos y crea nuevas familias. Estos testimonios de resiliencia humana subrayan la capacidad del amor para superar obstáculos y ofrecer un sentido de pertenencia y unión en tiempos difíciles. LEER CRÓNICA

Project 1 I La tragedia de los Emberá Chamí DATOS EMBERA El 16 de julio de 2020, tras un hecho violento, tres familias Emberá Chamí, compuestas por catorce integrantes, fueron desplazadas de su hogar en la vereda El Zapote, corregimiento El Naranjal del municipio de Bolívar, Valle del Cauca. El motivo de su partida fue, además del asesinato de tres seres queridos y las posteriores amenazas de muerte, el traslado por parte de la Fiscalía General de la Nación dentro de un programa de protección. El destino de su éxodo fue el municipio de Calamar, en Guaviare, un cambio radical de paisaje y vida que marcó el inicio de un nuevo capítulo en la lucha por la supervivencia y la dignidad de estas familias indígenas. El desplazamiento de los Emberá Chamí no solo representa una ruptura física con su territorio ancestral, sino también una profunda fractura cultural y espiritual. Este desplazamiento forzado subraya la resistencia y adaptabilidad de un pueblo cuyo vínculo con la tierra va más allá de lo material. CONTINUAR PARTE II *Las y los Emberá, también conocidos como Chocóes, habitaban desde la llegada de los españoles en áreas cercanas a los ríos Atrato y San Juan, en el suroccidente de Chocó, Antioquia y Risaralda en Colombia, así como en el este de Panamá y el noroeste de Ecuador.

*Las y los Emberá se dividen en diferentes grupos según su entorno, como Dobida en las riberas de los ríos; Pusábida en las costas marítimas; Oíbida en los bosques andinos; Eyábida en las zonas deforestadas, y Chamí en la cordillera. Algunas comunidades Chamí se han vuelto sedentarias, cultivando en parcelas familiares debido a la absorción de sus territorios por haciendas cafeteras.


Project 1 II ¿Por qué tuvieron que abandonar el valle? DATOS EMBERA “Primero, los del ELN asesinaron a nuestra familia”, dice Ángel Felipe Niaza Guasiruma, líder de la comunidad. “Acabaron con tres familiares nuestros y uno quedó lesionado, que es mi tío Víctor Fabio. Llegaron los agentes de la SIJIN y del CTI y nos ingresaron en un programa de protección. Pero a los meses hubo enfrentamientos entre el Ejército y el ELN, y ellos nos señalaron como cómplices, como enemigos, y ya nos estaban mandando cartas escritas diciendo que nosotros los habíamos denunciado, que éramos unos sapos, que ya no querían que nosotros viviéramos ahí. A los cinco meses de la masacre, tuvimos que dejar el Valle”. CONTINUAR PARTE III
*En la cosmovisión Emberá Chamí, existen tres mundos. En el mundo de arriba vive Dachiakore, un dios bondadoso que gobierna llenando el cielo de luz y amor. De Dachiakore nace un dios especial llamado Karagabí, que tiene un poder espiritual destinado a guiar y proteger a las y los Emberá. En el mundo de abajo, el subterráneo, habita Tutriaka, un dios que surge de la nada y posee una sabiduría maligna. Del constante enfrentamiento violento entre Karagabí y Tutriaka nace el mundo medio, donde vivimos los seres humanos, incluyendo a las y los Emberá Chamí. Para ellos, la violencia y el desplazamiento no solo implican la pérdida de sus seres queridos y territorios, sino también una disrupción de su cosmovisión sagrada, en la que el equilibrio entre los mundos superior, medio y subterráneo es fundamental para su identidad y existencia.
Project 1 III ¿Cómo llegaron acá hasta Calamar en las selvas del Guaviare? DATOS EMBERA tab_unselected “Durante tres meses nos mantuvieron protegidos en el municipio de Roldanillo, Valle. Después de ese tiempo, comenzó un proceso con la Fiscalía de Bogotá. Nos dijeron que nos iban a reubicar para sacarnos del peligro. Una noche nos montaron en un bus, pero no nos informaron a dónde nos llevarían. Alrededor de las 4 o 5 de la mañana, pasamos un puente y vi un letrero que decía ‘Bienvenidos a San José del Guaviare’. Nos sorprendió porque habíamos oído que esa zona también estaba controlada por grupos armados. Desde allí, partimos hacia el municipio de Calamar, donde estamos ahora. Llegamos aproximadamente a la 1:00 de la tarde, almorzamos y luego nos llevaron al resguardo tucano de Itilla, que está a unas dos horas del pueblo”. CONTINUAR PARTE IV
*En Guaviare hay más de 30 asentamientos indígenas con una gran variedad de comunidades. El pueblo indígena Jiw, también conocido como guayabero, es el de mayor número de habitantes indígenas del departamento, distribuidos en ocho asentamientos a lo largo del río Guaviare. En San José del Guaviare, hay diez resguardos indígenas que albergan a familias de las etnias Sikuani, Tucano, Desana, Cubeo, Puinave, Piratapuyo, Curripaco, Guayabero y Nukak.

**El pueblo Tucano se ubica en la región del río Vaupés, en los límites con Guainía y Vichada, y los ríos Papurí y Paca en el límite con Brasil. También se encuentran en las cabeceras de los ríos Unilla y Utía, y en Pacoa, departamento de Vaupés. En Guaviare también se pueden encontrar comunidades Tucano, los principales asentamientos incluyen Monfort, Acaricuara y Piracuara. Existe una importante población Tucano en Mitú y el barrio 20 de Julio en San José del Guaviare.

El desplazamiento Emberá Chamí hacia las selvas del Guaviare no solo implicó un cambio geográfico, sino también un choque cultural y social, al integrarse en una región caracterizada por su diversidad étnica.


Project 1 IV ¿Cómo fue la experiencia después de ser trasladados al resguardo de Itilla? DATOS EMBERA tab_unselected “La Fiscalía nos dejó ahí. Nos dieron algunas herramientas de trabajo y víveres que no duraron ni un mes, porque éramos muchos y siempre necesitábamos comer. Los capitanes nos recibieron bien, pero pronto notamos que no había vecinos alrededor del resguardo; solo se veían montes y se escuchaban micos y otros animales. Los insectos nos cubrían el cuerpo, impidiéndonos dormir. Además, conseguir agua era muy difícil y hacer nuestras necesidades también era complicado. Estábamos muy aburridos y la abuela comenzó a llorar porque era un entorno completamente nuevo, lleno de selva. Nunca habíamos montado en un potrillo. No sabíamos nadar; hasta yo me sentía tembloroso y tenía que quedarme quieto porque ese río parecía una laguna. Nos bañábamos en la orilla del caño, amarrándonos con un lazo para sentirnos seguros. No nos metíamos al fondo del río, solo a la orilla. Era como bañarse en un pantano”.
CONTINUAR PARTE V
*Potro y potrillo: Canoa muy utilizada en las costas y ríos de Colombia. Una de sus características es que su proa y su popa son como una pequeña plataforma cóncava, o "barriga". Se labran en cedro, chanchazo, chagualo.
Project 1 V La sentencia judicial habla de problemas de convivencia DATOS EMBERA tab_unselected “El choque cultural fue brutal. Nos dieron a comer cachirri y mono ahumado, y de beber guarapo. La gente se reía, pero nosotros, por ejemplo, confundimos el casabe con queso, y la abuela casi se ahoga al comer fariña. Nos dijeron que teníamos que salir a cazar y recolectar, ya que allí no se cultivaba. Pero nosotros solo sabíamos cultivar. Con los días ya teníamos que buscar dónde dormir porque estábamos en la maloka ocupando su espacio comunitario y de actividades espirituales”. CONTINUAR PARTE VI *Casabe de yuca: es un pan delgado y crujiente hecho de harina de yuca, asada a la plancha. Su origen se remonta a la época prehispánica, siendo un alimento fundamental para indígenas caribes y arahuacos en el norte de Suramérica. La yuca, junto al maíz, era uno de los principales cultivos de la época.

*Fariña o mañoco: es una harina gruesa que se obtiene de la raíz de la yuca brava. Es un alimento tradicional de las comunidades indígenas de la Amazonia en Colombia, Venezuela y Brasil. Es dura y rompe muelas; si no se echa en agua o en la sopa, puede ahogar.

En la integración de los Emberá Chamí en el resguardo de Itilla destacó la complejidad de la convivencia intercultural. Las diferencias en prácticas alimentarias y modos de vida reflejan la rica diversidad de las costumbres indígenas, subrayando la necesidad de construir puentes de comprensión y respeto entre las distintas comunidades, incluidas las de colonos y el campesinado.
Project 1 VI Doblemente víctimas DATOS EMBERA tab_unselected “Después de un mes, decidimos irnos. Los de la Fiscalía nos mintieron. Nos dijeron que nos conseguirían trabajo, que era una finca productiva y que podríamos cultivar nuestra comida y venderla en el pueblo. Pero no fue así, y nunca volvieron por nosotros ni nos llamaron para testificar o informarnos sobre la investigación. Fuimos abandonados: primero víctimas de grupos armados ilegales y luego del Estado”. CONTINUAR PARTE VII *El Programa de Protección a Víctimas y Testigos de la Fiscalía General de la Nación tiene como objetivo proteger la vida, integridad, libertad y seguridad de personas que se encuentran en situación de riesgo debido a su condición de víctima o testigo. El programa fue creado en 1991 con la Constitución Política y como respuesta al aumento de la violencia.

*El Decreto Ley 4633 de 2011 define como víctimas a los pueblos y comunidades indígenas, así como a sus integrantes, que hayan sufrido daños como consecuencia de violaciones graves y manifiestas de normas internacionales de derechos humanos. El decreto busca implementar un enfoque diferencial para atender a las víctimas del conflicto armado con pertenencia étnica. La Unidad para las Víctimas está adelantando las consultas previas para implementar el decreto que durante 13 años ha sido una deuda institucional.

La experiencia de las y los Emberá Chamí en el resguardo de Itilla pone de relieve la brecha entre las promesas institucionales y la realidad vivida por las comunidades indígenas desplazadas. Este caso subraya la necesidad urgente de una supervisión y seguimiento efectivo por parte del Estado para garantizar la protección y el bienestar de las víctimas pertenecientes a comunidades indígenas, evitando así que sean doblemente victimizadas.
Project 1 VII Vínculos interculturales en la formación de nuevas familias DATOS EMBERA Después de salir del resguardo, Pablo César, un indígena Tucano proveniente de Mitú, se enamoró de Angie Vanessa, una de las mujeres Emberá Chamí asentadas en Calamar, y se fue a vivir con ella y su familia. Ahora tienen un hijo: Eric Santiago. Esa es la cuarta familia. Para las y los Emberá, la familia no se limita a la consanguinidad. Basta convivir, compartir los usos y costumbres. Integrarse.

— Nos miramos en una fiesta, y nos fuimos conociendo y de a poco nos gustamos, dice él.

— Nos enamoramos, a pesar de nuestras diferencias —dice ella, y apunta—: pero yo no he aprendido nada de él porque no he vivido con su familia; él sí, porque vive con nosotros y aprende algunas palabras y de nuestra comida.

El amor siempre está presente. Así es como los pueblos se fundan. Los blancos se enamoraron de indígenas, de negras, de mestizas, de zambas y de mulatas después de violarlas y matar a sus parientes.



CONTINUAR PARTE VIII
*Enamoramiento, o enamorar en lengua Emberá, es “Aria kiriabu”.

*En Colombia existen aproximadamente 68 lenguas nativas habladas por cerca de 850.000 personas cuya lengua materna no es el español. Estas lenguas están constitucionalmente reconocidas en sus territorios como lenguas oficiales.

En medio del desplazamiento y las diferencias culturales, el amor actúa como un tejido que une a las comunidades, creando nuevas familias y reforzando lazos entre pueblos diversos. La historia de Pablo César y Angie Vanessa no solo es un testimonio de la resiliencia humana, sino también un símbolo poderoso de cómo el amor puede superar barreras lingüísticas y culturales, ofreciendo esperanza en tiempos de adversidad.

Project 1 VIII ¿Cómo fue la experiencia en Calamar después de salir del resguardo? DATOS EMBERA Cuando llegaron a Guaviare, eran catorce personas divididas en tres familias. Ahora son siete familias. Originalmente, en su finca del Valle vivían alrededor de 50 familias: abuelos, tíos, sobrinos, nietos, pero ya no queda ninguna. Todas se dispersaron por Chocó y Risaralda. De hecho, traerán a otras cinco familias que se desplazaron hacia el Chocó. Logré grabar cómo hablaban con ellos por sus teléfonos inteligentes, actualizándolos sobre el proceso con las entidades del Estado.

“Ya vamos para cuatro años este municipio. La verdad, ha sido muy duro para nosotros. Llegamos acá con nuestras cosas, con el coroteo. No podíamos dejar nuestras cobijas y ropita porque no había en qué dormir. Al principio, arrendamos una casa y estuvimos pagando el alquiler durante cuatro meses. Mucha gente nos decía: “Si son población indígena, vayan a tocar la puerta de la alcaldía”. Pero nosotros no conocíamos ni al alcalde ni a la personería*. Durante unos meses, sobrevivimos vendiendo nuestras artesanías y pagando el alquiler”, explica uno de los líderes.

CONTINUAR PARTE IX
*La Ley 1448 de 2011 establece que los pueblos indígenas son sujetos de especial protección constitucional y titulares de derechos fundamentales. La ley incluye medidas de atención, asistencia y reparación para los pueblos indígenas, que se establecen mediante normas específicas para cada grupo étnico.

La experiencia de las y los indígenas Emberá Chamí en Calamar, tras salir del resguardo, evidencia las dificultades y desafíos a los que se enfrentan en su proceso de adaptación y supervivencia en un nuevo entorno. Su relato refleja la importancia de la comunidad y la solidaridad, así como la necesidad de apoyo y reconocimiento por parte de las instituciones estatales.

Project 1 IX Interacciones con las autoridades locales DATOS EMBERA “Nos acercamos primero al personero y le confirmamos que éramos las comunidades Emberá que habían llegado del Valle. Nos preguntó acerca de nuestra comunidad*, de nuestra comida y compartimos nuestra cultura, ya que en más de un mes uno puede conocer bastante sobre cómo viven los demás”. CONTINUAR PARTE X *El sistema de producción Emberá Chamí se basa en la agricultura de selva tropical, en parcelas donde cultivan café, cacao, chontaduro, maíz, fríjol y caña de azúcar, entre otros productos. Además, practican la caza, la pesca, la recolección y, en menor medida, la extracción de madera y oro.

Las interacciones de las comunidades Emberá Chamí con las autoridades locales muestran un intento de integración y comunicación para establecerse en su nuevo entorno. Sin embargo, también revelan las barreras y desafíos que enfrentan, como la falta de conocimiento sobre los procedimientos administrativos y la necesidad de adaptarse a nuevas formas de vida y de sustento.
Project 1 X. Cuando tu casa está a kilómetros de tu hogar 🏡Desde julio de 2020, varias familias Emberá Chamí desplzadas desde el Valle del Cauca fueron trasladadas al municipio de Calamar, #Guaviare, donde tuvieron que construir un nuevo hogar a pesar de que el territorio es completamente diferente. DATOS EMBERA CONTINUAR PARTE XI *Los Emberá, también conocidos como chocóes, habitaban desde la llegada de los españoles en áreas cercanas a los ríos Atrato y San Juan, en el suroccidente del departamento del Chocó, Antioquia y Risaralda en Colombia, así como en el este de Panamá y el noroeste de Ecuador.

*Los Emberá se dividen en diferentes grupos según su entorno, como Dobida en las riberas de los ríos, Pusábida en las costas marítimas, Oíbida en los bosques andinos, Eyábida en las zonas deforestadas y Chamí en la cordillera. Algunas comunidades Chamí se han vuelto sedentarias, cultivando en parcelas familiares debido a la absorción de sus territorios por haciendas cafeteras.
Project 1 XI Acción de Tutela DATOS EMBERA Ángel Felipe Niaza Guasiruma presentó una acción de tutela* en representación de la comunidad Emberá Chamí contra varias entidades gubernamentales, alegando la vulneración de derechos fundamentales, especialmente el derecho a una vivienda digna, el mínimo vital y el acceso a agua potable. El fallo judicial inicial protegió los derechos de la comunidad, ordenando a diversas entidades tomar acciones para garantizar su acceso a una vivienda digna. Estas acciones incluyen caracterizar a la comunidad, activar una ruta de retorno y reubicación y brindar alojamiento temporal en condiciones dignas. Posteriormente, el caso fue revisado por el Tribunal Superior de San José del Guaviare, que confirmó el fallo inicial y remitió el caso a la Corte Constitucional para su posterior revisión. Se instó a las autoridades a cumplir las órdenes para mejorar las condiciones de vida de la comunidad indígena. Se destacó la falta de apoyo y omisión de las entidades territoriales en la atención de una emergencia por la destrucción de refugios de la comunidad Emberá Chamí, y se subrayó la necesidad de una respuesta coordinada para una solución sostenible. CONTINUAR PARTE XII
*La acción de tutela es un mecanismo de protección consagrado en el artículo 86 de la Constitución Política de Colombia de 1991. Este mecanismo permite a cualquier persona reclamar ante los jueces la protección inmediata de sus derechos fundamentales cuando estos se encuentren amenazados o vulnerados por la acción u omisión de cualquier autoridad o de particulares.

La acción de tutela y el fallo judicial que siguieron ponen de relieve diversas formas de violencia que afectan a la comunidad Emberá Chamí: violencia estructural e institucional, material y social, cultural y emocional.
Project 1 XII Respuesta institucionales DATOS EMBERA Las respuestas de las diferentes entidades gubernamentales ante la acción de tutela fueron:

Unidad para las Víctimas: realizó una caracterización de los Emberá Chamí asentados en Calamar para facilitar la provisión de alojamiento temporal con acceso a servicios públicos. También se coordina con otras entidades el apoyo que requiere la comunidad en su reubicación.

Alcaldía de Calamar: ha brindado la asistencia necesaria a la comunidad desde su asentamiento, incluyendo materiales para la construcción de refugios provisionales. Sin embargo, señaló que la comunidad no estaba organizada legalmente, lo que ha complicado la provisión de tierras en comodato o concesión.

Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural: afirma que no hubo violación de derechos fundamentales por su parte, ya que la comunidad no había solicitado su asistencia. Sin embargo, expresó su disposición a apoyar acciones coordinadas por la Unidad para las Víctimas.

Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF): el tribunal exhortó al ICBF a velar por la protección y apoyo de las y los niños de la comunidad, de acuerdo con sus competencias.

Fondo Nacional de Vivienda (FONVIVIENDA): señaló que el accionante no se ha postulado en ninguna convocatoria dirigida a la población desplazada, requisito básico para aspirar a un subsidio familiar. Solicitó declarar improcedente la acción de tutela respecto a la entidad y su desvinculación.

Unidad de Restitución de Tierras: adujo la excepción de falta de legitimación en la causa por pasiva, argumentando que las actuaciones descritas no son de su competencia. Señaló que no se evidencia petición por parte del tutelante en su base de PQRS.

Fiscalía 9 Seccional: informó que no se halló ninguna anotación o denuncia donde el accionante sea parte y pidió su desvinculación del proceso.

Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA): contestó que varios integrantes de la comunidad han recibido formación académica por parte de la entidad, cumpliendo así con su misión institucional. Solicitó su desvinculación del proceso.

Ministerio del Interior, Alcaldía Municipal de Bolívar (Valle del Cauca), Capitán o Gobernador del Resguardo Indígena Itilla, Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Calamar, Guaviare y Hospital de San José del Guaviare: fueron notificados y guardaron silencio.

Personería de Calamar: afirmó que tuvo conocimiento de la problemática desde el primer momento y realizó diferentes visitas al asentamiento indígena en el sector Pozo Azul, en conjunto con la Procuraduría Regional de Guaviare, determinando las precarias condiciones en las que habita la comunidad.
CONTINUAR PARTE XIII
*En Colombia, un juez tiene diez (10) días hábiles para resolver una acción de tutela a partir de la fecha de recepción de la solicitud. Si la respuesta es favorable, el juez concederá 48 horas para su cumplimiento. La tutela se utiliza ante una amenaza o vulneración de derechos fundamentales, sin que existan otros recursos legales disponibles. Puede ser impugnada por el representante o el funcionario legales de la entidad. Si el juez deniega la petición, se puede apelar.

Las respuestas institucionales ante la acción de tutela presentada muestran la complejidad y diversidad de enfoques por parte de las entidades gubernamentales. Mientras algunas entidades han brindado asistencia y apoyo, otras argumentaron que no habían violado derechos fundamentales al no recibir solicitud de asistencia. La respuesta de la Unidad para las Víctimas destaca la importancia de la coordinación entre entidades para apoyar a la comunidad.

Project 1 XIII La respuesta de la Unidad para las víctimas DATOS EMBERA La Unidad para las Víctimas está trabajando con las autoridades y la comunidad para garantizar los derechos de la comunidad de Emberá Chamí y encontrar soluciones duraderas a su situación de desplazamiento.

El director territorial para el Meta y los Llanos Orientales, Andrés Dhujiah Aguilar, informó que desde el año 2020, la Unidad para las Víctimas ha estado brindando acompañamiento a esta comunidad, ofreciendo asistencia humanitaria a través de transferencias monetarias a las familias en situación de vulnerabilidad y registradas como víctimas. Estas transferencias se basan en las necesidades de alimentación y vivienda de cada familia.

Además de la asistencia humanitaria, la Unidad para las Víctimas, como coordinadora del Sistema Nacional para la Atención y Reparación a las Víctimas (SNARIV), está trabajando en conjunto con las instituciones a nivel nacional y territorial para encontrar soluciones duraderas a la situación de desplazamiento de estas familias.

Recientemente, el 30 de mayo, se realizó una reunión de diálogo en la que participaron la comunidad, el municipio y la Agencia Nacional de Tierras. En esta reunión, se exploró la posibilidad de que la agencia focalice a la comunidad Emberá Chamí para la entrega de predios y tierras donde puedan reubicarse. Por último, la Unidad para las Víctimas apoya actualmente su fortalecimiento comunitario, con miras a consolidar en apoyo a la Alcaldía del municipio donde sean reubicados, un Plan de Reubicación*.
CONTINUAR PARTE XIV

*El Plan de Retorno y Reubicación es una guía para identificar y documentar las necesidades de las poblaciones reubicadas o retornadas. Este plan contiene las acciones y actividades a desarrollar para garantizar el acceso a las medidas de atención prioritaria.

A través de acciones concretas, la Unidad para las víctimas implementa un enfoque integral para la prevención, atención, asistencia humanitaria, retornos, reubicaciones sostenibles y reparación transformadora de las víctimas individuales y colectivas, con enfoque territorial, diferencial y de centralidad en las víctimas, disminuyendo los rezagos históricos promoviendo su fortalecimiento comunitario, estabilidad socioeconómica y autonomía, para lograr el acceso efectivo y pleno de sus derechos y la reconstrucción de sus proyectos de vida.
Project 1 XIV ¿Cuál sería la manera de resolver su situación? ¿Volver al Valle, reubicarse en otro lugar? DATOS EMBERA “La mejor manera de resolver nuestra situación sería irnos a otro lugar que sea mejor para vivir”, dice Niria Guasiruma. “Extraño mis cosas, mis animales y todo lo que dejé en el Valle, pero no queremos volver allá otra vez. Necesitamos un lugar donde podamos tener tierra para cultivar nuestras propias cosas y agua limpia para tomar. Aquí nos sentimos abandonados. Tomamos agua sucia porque no tenemos otra opción, y eso nos está enfermando. El calor también nos afecta mucho, nos sentimos desesperados. Sería mejor que nos dieran tierra en otro lugar, donde pudiéramos sobrevivir mejor. Queremos un lugar donde podamos reubicarnos, donde tengamos una buena casa y espacio abierto. Nos sentimos muy aburridos aquí, necesitamos sentirnos libres. En nuestra tierra, podemos ir a sembrar cosas para comer, eso es lo que nos hace falta. Queremos un lugar donde podamos vivir mejor”. ¿QUÉ SIGUE? La narrativa de Niria Guasiruma refleja la profunda conexión de la comunidad Emberá Chamí con su tierra y su cultura, así como su deseo de encontrar un lugar donde puedan vivir con dignidad y prosperidad. Su testimonio resalta la importancia de no solo satisfacer las necesidades básicas de alimentación y vivienda, sino también de proporcionar un entorno que promueva su bienestar físico y emocional. Su deseo de tener tierra para cultivar y agua limpia para beber subraya la importancia de la autonomía y la sostenibilidad en su búsqueda de un nuevo hogar.
¿Cuál sería la manera de resolver su situación? La respuesta de la Unidad para las víctimas Respuesta institucionales
Acción de Tutela Cuando tu casa está a kilómetros de tu hogar Interacciones con las autoridades locales ¿Cómo fue la experiencia en Calamar después de salir del resguardo? Vínculos interculturales en la formación de nuevas familias Doblemente víctimas La sentencia judicial habla de problemas de convivencia ¿Cómo fue la experiencia después de ser trasladados al resguardo de Itilla? ¿Cómo llegaron acá hasta Calamar en las selvas del Guaviare? ¿Por qué tuvieron que abandonar el valle? La tragedia de los Emberá Chamí XIV XIII XII XI X IX VIII VII VI V IV III II I CRÓNICA

Cronica I

La comunidad deberá renunciar a su comunidad originaria del Valle del Cauca y establecer un nuevo cabildo con autoridades y reglamentos propios, como uno entre otros requisitos para su reubicación, formalizando un documento requerido por el Ministerio del Interior.

Como parte del fortalecimiento comunitario, el 30 de mayo de 2024 se acordó ante la Personería municipal, que compulsará copias a la Defensoría, que la comunidad Emberá Chamí asentada en Calamar realice una asamblea los días 14 y 15 de junio para definir la creación de una nueva organización indígena y entregar un padrón censal de la población víctima para avanzar en el proceso de solicitar la asignación de tierras. Además, la Unidad para las Víctimas se comprometió a brindar apoyo y seguimiento al proceso de solicitud de adjudicación de tierras y acompañar al ente municipal al que estén adscritos los predios en la definición de plan de reubicación.

Cronica I I La tragedia de los Emberá Chamí II ¿Por qué tuvieron que abandonar el valle? III ¿Cómo llegaron acá hasta Calamar en las selvas del Guaviare? IV ¿Cómo fue la experiencia después de ser trasladados al resguardo de Itilla? V La sentencia judicial habla de problemas de convivencia VI Doblemente víctimas VII Vínculos interculturales en la formación de nuevas familias VIII ¿Cómo fue la experiencia en Calamar después de salir del resguardo? IX Interacciones con las autoridades locales X XI Acción de Tutela XII Respuesta institucionales XIII La respuesta de la Unidad para las víctimas XIV ¿Cuál sería la manera de resolver su situación? ¿Volver al Valle, reubicarse en otro lugar? El 16 de julio de 2020, tras un hecho violento, tres familias Emberá Chamí,compuestas por catorce miembros, fueron desplazadas de su hogar en la vereda El Zapote, corregimiento El Naranjal del municipio de Bolívar, Valle del Cauca. El motivo de su partida fue, además del asesinato de tres seres queridos y las posteriores amenazas de muerte, el traslado por parte de la Fiscalía General de la Nación dentro de un programa de protección. El destino de su éxodo fue el remoto municipio de Calamar, en el Guaviare, un cambio radical de paisaje y vida que marcó el inicio de un nuevo capítulo en la lucha por la supervivencia y la dignidad de estas familias indígenas. El desplazamiento de los Emberá-chamí no solo representa una ruptura física con su territorio ancestral, sino también una profunda fractura cultural y espiritual. Este desplazamiento forzado subraya la resistencia y adaptabilidad de un pueblo cuyo vínculo con la tierra va más allá de lo material.
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