De acuerdo con la información del Registro Único de Víctimas, los jóvenes víctimas del país han sido afectados por todos los hechos victimizantes contemplados en la Ley 1448 de 2011; sin embargo, sobresalen los desplazamientos forzados y las amenazas, como los más recurrentes en contra esa población.
El reporte que recoge información de los últimos cinco años hasta 2018, establece que el desplazamiento forzado que incluye jóvenes víctimas, aunque ha disminuido, continúa siendo un problema pues supera en ocasiones los 1000 eventos por trimestre. Además, se indica que los hechos victimizantes que más guardan relación con el desplazamiento, son el despojo o pérdida de bienes muebles y los delitos contra la libertad e integridad sexual.
El diagnóstico que incluyó 43.530 jóvenes víctimas en 16 municipios y 10.511 en cinco ciudades, señala que las bandas criminales son las que más generan afectaciones a los jóvenes víctimas, ocasionando más de 21.968 eventos asociados a diferentes hechos violentos.
También se alerta que resulta relevante que la categoría de “guerrillas” es señalada por las víctimas en 17.774 hechos que los afectan. En el 0.3 % de los casos, las víctimas identificaron como presunto perpetrador a “paramilitares” y en algunos casos se identifican varios autores como “paramilitares” y “Bacrim”.
Se evidencia que el mayor número de victimizaciones se presentan en la adultez temprana (18 a 24 años), particularmente por los hechos de amenaza y desplazamiento forzado. Igual se concluye que en las ciudades es el ámbito urbano donde más afectaciones se generan, pero en los municipios es el entorno rural.
Con base en las cifras del Registro Único de Víctimas, también se demostró que las mujeres son más victimizadas que los hombres y la población con otras orientaciones sexuales. Si bien la población LGBTI tiene apenas el 1.21 % de la victimización, se presupone que la cantidad de víctimas puede ser mayor, por múltiples razones, relacionadas, entre otras, con la potestad de las víctimas para identificar su orientación sexual.
El estudio indica también que los delitos contra la libertad e integridad sexual se registran más sobre las mujeres; mientras que las lesiones personales o las minas antipersonal, afectan más a los hombres. Para la población LGBTI, se explica, el mayor número de eventos se concentra en los desplazamientos forzados, las amenazas y los delitos contra la libertad e integridad sexual.
El diagnóstico destaca que se registra menor cantidad de victimizaciones contra los jóvenes en los últimos cinco años en el territorio nacional, con respecto a otros periodos.
(Fin/AMA/LMY)
