“Eso vive con uno para siempre”: Doralina Palacio 

En sus relatos, las miles de mujeres que fueron agredidas sexualmente en medio de la guerra repiten un mismo sentir: no hay palabras para nombrar el dolor de un acto que atenta contra su intimidad, integridad y dignidad. Lo describen como una marca que no se cierra, no se desaparece, no se sana. Solo se aprende a vivir con ella.

Un dolor inexplicable se le escurre a Doralina Palacio por la cara cuando habla de la guerra en su natal Chocó. Respira hondo y se agarra las manos como para coger fuerza y contarnos que es víctima de violencia sexual ejercida por actores armados. Su testimonio representa el de miles de mujeres que en sus relatos sobre este tipo de agresión repiten un mismo sentir: no hay palabras para nombrar el dolor que genera un acto que atenta contra su intimidad, integridad y dignidad. Su fortaleza, sin embargo, está en las ganas de vivir, de luchar por sus hijos y “los hijos ajenos” que también han vivido algo parecido, a través de Azotea Afro, la fundación que fundó hace dos años en Ciudad Bolívar, Bogotá. 

Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas
Oficina Asesora de Comunicaciones, Bogotá 25 de mayo de 2023