En jornada programada por la Unidad para las Víctimas y que convocó a la comunidad del pueblo misak ubicado en el municipio de Orito (Putumayo), se determinaron las afectaciones ocasionadas por el conflicto interno a los proyectos de vida y prácticas culturales de esta población indígena.
Este grupo ético, proveniente del Cauca, llegó el departamento del Putumayo hace más de dos décadas y en la actualidad lo integran 13 familias (73 personas). Se menciona entre los daños que al ser víctimas de amenazas y desplazamiento forzado, sus prácticas se vieron afectadas al no poder realizar sus reuniones tradicionales y tener que despojarse de sus atuendos típicos por miedo a las intimidaciones.
Durante el encuentro, Agustín Almendra, gobernador del pueblo misak, Cabildo Afilador, reconoció el trabajo realizado para determinar las afectaciones en esta comunidad ocasionadas por el conflicto armado. A su vez, agradeció a los funcionarios de la Unidad por el apoyo e información suministrada en la jornada.
“Fueron dos días de un trabajo en conjunto muy satisfactorio, con la información que hemos necesitado. Creo que nosotros debemos tener esa relación más estrecha con las instituciones para trabajar. Dentro de este departamento, la realidad que se vive del conflicto es muy intenso. Al Estado, gobierno e instituciones que nos tengan en cuenta, hoy el pueblo misak tiene muchas necesidades pero es un pueblo que quiere construir y aportar a la paz de Colombia y del mundo”, afirmó el líder indígena.
Tras la jornada de caracterización en la vereda Arizona, en el municipio de Orito, se estableció el compromiso de enviar el documento concertado de esta comunidad a nivel nacional para que se formule teniendo en cuenta las peticiones y recomendaciones de aquellos cabildos que se ubican en otras zonas del país.
(Fin/AYP/CMC/LMY)
