En el departamento de Huila fueron elegidas 34 mesas de Participación Efectiva de las Víctimas, mientras que, en Caquetá, 16 de sus municipios eligieron sus mesas y representantes a participar en la elección de la mesa departamental a realizarse en la ciudad de Florencia el próximo 27 de septiembre.
El 68 % de las mesas municipales de Caquetá, quedó conformado por mujeres.
De acuerdo con lo señalado en el Artículo 264 del Decreto 4800 de 2011, las mesas de Participación Efectiva de las Víctimas son espacios de trabajo de orden municipal, distrital, departamental y nacional, elegidos y designados por las mismas víctimas y sus organizaciones y destinados para la discusión, interlocución, retroalimentación, capacitación y seguimiento de las disposiciones contenidas en la ley.
Uriel Bravo Campos, elegido por segunda vez como representante de la mesa efectiva de Víctimas del municipio de Valparaíso (Caquetá), manifestó su complacencia por hacer parte de los representantes de las Víctimas: “Uno va creciendo como persona, en conocimiento en base a las comunidades, tenemos el espacio para reclamar por las oportunidades y a lo que tenemos derecho como víctimas”. Así mismo, Gladys Triviño Becerra, integrante de la mesa de la misma localidad afirmó que “mis expectativas son las de gestionar a nivel nacional y departamental los programas para las víctimas; es un orgullo que nos tengan en cuenta”.
“Tengo 22 años y estoy terminando de terminar mi bachillerato, quiero estudiar derecho; soy oficialmente representante de los jóvenes, es primera vez en la mesa, quiero que tengamos participación nosotros los jóvenes; una participación efectiva, queremos tener una voz en los temas de educación en colegios y universidades ya que en ocasiones los jóvenes nos dejamos encaminar por las cosas malas y no queremos eso”, indicó Paula Jimena Sánchez, representante de los jóvenes ante la Mesa Municipal de Víctimas de Neiva.
Las personas y comunidades afectadas por el conflicto armado en el país cuentan con esta herramienta de participación que les permiten tener voz y voto frente a la implementación de la política pública de víctimas. Estos mecanismos han permitido que los sobrevivientes se sientan con autoridad de exigir sus derechos, de participar en escenarios políticos, sociales, culturales; que conozcan y hablen con propiedad sobre la ley, que pierdan los miedos, que puedan demostrar su liderazgo y visibilizar a quienes representan y a sí mismos.
(Fin/YUM/CMC/LMY)
