Sep
22
2015
Juan Carlos Abril Nieto

Miryam Ordónez

La mirada no es exactamente triste, pero si escéptica, desconfiada tal vez. La sonrisa es contenida. El dolor que se esconde detrás de su bello rostro va apareciendo de a poquitos. Miryam Ordónez ha vivido lo que muy pocos jóvenes del país han tenido que padecer, no solo porque un grupo armado interrumpió abruptamente su adolescencia y, sin pedirle permiso, le colgó un fusil en el hombro, sino porque la vida se ha empeñado en golpearla una y otra vez y ella, como los buenos luchadores, se ha levantado para seguir en el camino y sacar adelante a sus dos hijos.
La mirada no es exactamente triste, pero si escéptica, desconfiada tal vez. La sonrisa es contenida. El dolor que se esconde detrás de su bello rostro va apareciendo de a poquitos. Miryam Ordónez ha vivido lo que muy pocos jóvenes del país han tenido que padecer, no solo porque un grupo armado interrumpió abruptamente su adolescencia y, sin pedirle permiso, le colgó un fusil en el hombro, sino porque la vida se ha empeñado en golpearla una y otra vez y ella, como los buenos luchadores, se ha levantado para seguir en el camino y sacar adelante a sus dos hijos.
Sep
22
2015
Juan Carlos Abril Nieto

Ana, Judy, Edna, María, Sandra

Las 45 mujeres reunidas en una hacienda campestre a las afueras de Medellín y en un céntrico hotel llegan a su cita reparadora de la atención sicosocial.
Las 45 mujeres reunidas en una hacienda campestre a las afueras de Medellín y en un céntrico hotel llegan a su cita reparadora de la atención sicosocial.
Sep
15
2015
Juan Carlos Abril Nieto

Victoria Díaz

Por: @StivensParra Oficina Asesora de Comunicaciones Unidad para las Víctimas
Ay, es una alegría muy grande. Aunque se siente mucho dolor volver y ver que las casas están caídas. Uno se emociona, pero da mucha tristeza al ver este pueblo cómo está. Definitivamente tenemos que volver. Cuando vi las casas pensé, pero qué pasó aquí, se rodaron las casas, no está como estaba.