En 14 puntos de exhibición y venta, varias familias, grupos y personas solas, víctimas del conflicto armado, ofrecieron sus productos a los asistentes a la Feria de Emprendimiento que se realizó como parte del proyecto Restaurando Sueños de la empresa privada Terpel y la Unidad para las Víctimas.
El evento se realizó las instalaciones de Terpel en Bogotá, que convocó a sus empleados y a los integrantes de otras empresas ubicadas en su mismo edificio al norte de la ciudad, quienes no solo compraron productos sino que conocieron las historias de las víctimas.
Luz Amparo Oviedo estaba en uno de los puestos ubicados en la amplia terraza y ofreció sus productos QUIRA: quinoa mix, amaranto, cebada, arroz integral y quinuachoc. “Me gusta dedicarme a los alimentos ancestrales, que existían antes de la colonia y la gente ya había perdido esa cultura”, dice ella, desplazada por el conflicto armado, que se dedica a estos productos desde el 2014.
Maritza es otra desplazada, salió del Huila a la capital del país donde fabrica bizcochos de achiras y de maíz, panderos y cacao orgánico. “Esta Feria nos da la oportunidad a las víctimas de que conozcan nuestras regiones”, dice.
La subdirectora de la Unidad, Viviana Ferro, explica que la alianza con Terpel hace parte de diversas alianzas estratégicas: “Hemos desarrollado cartas de entendimiento con el sector privado, que nos permiten visibilizar el trabajo de algunas víctimas, su fuerza y resiliencia para seguir construyendo su camino de vida, generar estabilización económica y restablecer sus derechos. La expectativa es avanzar con otras empresas como la Federación de Cafeteros, Ecopetrol y otras empresas de sector minero energético”.
Por su parte, Andrea Cher, directora de Asuntos Corporativos de Terpel, explicó en qué consiste esta estrategia: “El programa Restaurando Sueños abraza todas las iniciativas vigentes en temas de reconstrucción de paz y reconciliación. Llevamos haciendo estas ferias durante cuatro años con reinsertados y esta es la primera con la Unidad para las Víctimas, para honrar nuestra alianza de trabajar juntos”.
La Fundación Color y Esperanza por Nuestros Hijos, integrada por 50 madres de miembros de la Fuerza Pública abatidos en combate, se hizo presente en dos puestos: de lencería para baños y de cuadernos hechos a mano con materiales reciclados. Recibieron una grata sorpresa cuando uno de los empleados de Terpel les anunció que les regalará una buena cantidad de telas para la elaboración de sus productos.
Gladys Acevedo López, madre de un soldado asesinado, expresó su satisfacción al respecto: “Gracias a Dios nuestros hijos nos trajeron un angelito que nos va a donar unos hilos y telas con los que se van a hacer accesorios decorativos de hogar”.
(FIN/DRR/DFM)
