Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

La voz de las víctimas será clave en la negociación de paz con el ELN

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Las víctimas tendrán la palabra en los diálogos por la Paz Total que promueve el Gobierno nacional. En medio de un diálogo cercano, sincero y amplio, como pocas veces ocurre entre la institucionalidad de alto nivel y los coordinadores departamentales de las mesas de víctimas del conflicto armado, la Unidad para las Víctimas y la Oficina del alto Comisionado para la Paz anunciaron que construirán una ruta de trabajo para garantizar un mecanismo de participación de las voces del territorio en la negociación con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Danilo Rueda, alto comisionado para la Paz y Patricia Tobón Yagarí, directora de la Unidad para las Víctimas, indicaron que en la medida en que el diálogo con la delegación del ELN se consolide, sus entidades, en conjunto con la Agencia de Renovación del Territorio y el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS), liderarán en ocho regiones del país el fortalecimiento organizativo de las víctimas para que lleguen con propuestas específicas a estas mesas de diálogo. Aunque aún no está definida por completo la ruta, algunas de las regiones convocadas serían Vichada, Catatumbo, Pacífico y Montes de María.

Tobón Yagarí y Rueda dieron el anuncio durante un encuentro de dos días en el que el Gobierno conversó con los coordinadores de las Mesas Departamentales, del Comité Ejecutivo de la Mesa Nacional y delegados de la Mesa Distrital, tres instancias de participación e interlocución de las víctimas con el Estado. 

El espacio se realizó el pasado 23 y 24 de febrero. Allí, la Unidad propició un ejercicio de escucha entre los de 48 delegados y delegadas de las mesas de víctimas y directores gubernamentales. “Para mí es fundamental que ustedes estén informados. No es lo mismo uno dialogar con información, que hacerlo sin ella. Por eso es importante que ustedes reciban la mejor información, la de calidad, de parte de quienes estamos asumiendo estos liderazgos institucionales”, manifestó Tobón Yagarí.

Para la funcionaria, abrir el diálogo directo con los directores de las entidades no solo teje confianza con quienes por años han resistido solos a los daños del conflicto armado, sino que también abre la puerta a obtener información y pedagogía necesaria para la próxima fase de la negociación entre el Gobierno y el ELN. Por ello, Rueda contó cómo se están desarrollando los múltiples procesos para reducir la conflictividad tanto con esta guerrilla, como con otros grupos armados cuyo origen no es necesariamente político. 

En el caso puntual del ELN, el alto comisionado reafirmó la intención del Gobierno de que las víctimas sean protagonistas de los diálogos por la Paz Total. También manifestó que espera que después del 11 de marzo, una vez culmine la segunda ronda de negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las delegaciones avancen sobre el mecanismo de participación de las víctimas de esta guerrilla, algo que responde a las peticiones de los presentes en el encuentro. 

 

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“Queremos que la mesa de paz con presencia del ELN se haga en Colombia, que tengamos aquí a sus miembros para hablar de tú a tú y que todos los actores afectados por el ELN puedan conversar directamente. Queremos efectos de carácter inmediato y otros a largo plazo. Pero con ustedes, porque si no lo hacemos bien, en tres años volvemos a un escenario peor de conflictividad armada. Por eso su participación, sus conocimientos, sus pronunciamientos, sus procesos organizativos, son el corazón de la paz”, detalló. 

En ese sentido, Tobón Yagarí insistió en que la conversación en torno a la participación activa y eficaz de las víctimas en este proceso no se agota en este encuentro, sino que también sirve para levantar la llama del reclamo digno de las víctimas de hacer parte de los diálogos. 

“La entidad que dirijo es solo un pedazo del rompecabezas. Buscamos juntar muchas voluntades. Por supuesto, las primeras son las de ustedes. Yo le he hablado a los otros directores sobre la importancia de estas jornadas, ellos han acudido. Les he hablado de la importancia de dialogar con las víctimas y de atender realmente la agenda de esta población. Necesitamos informar a las comunidades sobre todo este despliegue institucional. Queremos construir este movimiento de las víctimas por la paz, que su voz sea central en esta reflexión pública que son los diálogos con el ELN”, reiteró la directora de la Unidad.

A su vez, Danilo Rueda mandó un mensaje contundente a las víctimas: “¿Cómo vamos a construir un gran movimiento para construir la paz? No se hace en los escritorios, sino con la gente. Si ustedes no lo asumen, no hay nada que hacer. ¿Dónde están las víctimas? ¿Ustedes se han pronunciado por padecer la continuidad de la violencia de los grupos? Ustedes son un poder para influenciar. Participar no solamente es esperar que haya mesas en los diálogos. Significa asumir el ejercicio consciente de su poder organizativo, de su historia, y de su palabra”.  

Para algunos, su mensaje no correspondería con la realidad pues las denuncias, la resistencia y los esfuerzos de permanecer en los territorios es algo que vienen haciendo las víctimas, a pesar del peligro que esto les implica. “Las organizaciones de víctimas, las mesas de víctimas, las víctimas no organizadas, todas siempre hemos construido estrategias para hacer la paz. En gobiernos anteriores y en este venimos siendo invisibilizados y estigmatizados. No se han tenido en cuenta nuestras propuestas específicas para nuestros territorios”, aseveró Rosi Albani Pérez Belalcázar, coordinadora de la mesa departamental de víctimas del Cauca.  

 

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Pérez Belalcázar es, también, representante legal de la Federación de Víctimas del Cauca. Desde su experiencia como defensora de la vida, insistió en que son muchas las ideas consolidadas del sector campesino, de los indígenas, afros y del pueblo gitano asentada en el municipio de El Tambo. Así las cosas, solicitan que el Gobierno nacional mire al Cauca “porque nos desgastan con la construcción de la construidera (sic), cuando ya tenemos propuestas, pero no se nos acompaña a implementarlas en nuestros territorios”.  

Sobre las posibles mesas de conversación entre víctimas y el ELN, la coordinadora del Cauca enfatizó en que estos mecanismos no deben surgir en Bogotá, sino centrarse en las regiones donde la guerrilla ha generado estragos. “El comisionado de Paz preguntaba dónde estamos las víctimas. Nosotras hemos sido las protectoras de los reincorporados. Pedimos que si estas mesas se realizan se lleven a los territorios como método de seguridad para las víctimas”, solicitó.
 
 

9 de abril: Día de las víctimas

El espacio convocado por la Unidad también posibilitó el encuentro de María Valencia Gaitán, directora del Centro Nacional de Memoria Histórica, con las mesas de víctimas. Ante ella, fueron varios los coordinadores que pidieron más solemnidad y respeto por la conmemoración que por ley hace el Congreso en el Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas. “Sí nos hemos quejado, hemos incidido en contra de la grosería del Congreso, que nos toma como burla”, agregó Rosi Albani Pérez Belalcázar. 

Por un lado, solicitaron gestionar la asistencia del presidente Gustavo Petro a la sesión, y por el otro pidieron que los alcaldes hagan verdaderos ejercicios de memoria en este día. “El 9 de abril lo vienen desgastando los alcaldes en los territorios. En este gobierno del cambio se le debería decir a las autoridades departamentales que entiendan que este es un día para la memoria, no para otras cosas”, dijo una de las víctimas como crítica al tono de festejo en algunas zonas del país. 

 

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Por otro lado, pidieron que el Centro Nacional de Memoria Histórica se enlace con las casas de memoria en los municipios. “Por eso con la directora Patricia Tobón Yagarí y otras entidades estamos buscando que el 9 de abril no sea un día, sino que podamos convertirlo en una semana, para que haya mucho más trabajo sobre la memoria. Es importante que ustedes participen”, indicó Valencia Gaitán.  

Así las cosas, la coordinadora de la mesa de víctimas del Cauca reiteró que la entidad que dirige Valencia Gaitán debe conocer el trabajo de memoria en las regiones pues de los 42 municipios de su departamento, 20 tienen casa de la memoria y “están sin ningún apoyo institucional”. Para ella, la reivindicación del Estado se materializará este mire a los ojos a los territorios, su gente y sus apuestas de paz. “Yo celebro estas acciones de convocarnos porque nunca nos tienen en cuenta a los coordinadores departamentales. Esperamos que este espacio se articule con los territorios y que no sea un encuentro de una vez al año y ya. Sería bueno que la directora Patricia Tobón Yagarí comprometiera a los directores territoriales de la Unidad a realizar este mismo ejercicio”.

 

Diálogo directo entre las mesas de víctimas y la institucionalidad

La directora de la Unidad admitió que una jornada de dos días es insuficiente para abordar a profundidad tantos asuntos relevantes -y hasta agotadora, agregaron algunas asistentes-, pero enfatizó en que es un primer esfuerzo para mejorar la comunicación y el trabajo entre dos partes que tienen como mismo origen el movimiento social. “Ustedes han visto aquí a personas que vienen de procesos comunitarios y sociales. Danilo Rueda y yo hemos sido compañeros en el Bajo Atrato y hoy estamos acá en el Gobierno. Yo soy muy joven, pero recuerdo que en los años noventa, en la época del conflicto, Gloria Cuartas y mi mamá rescataban cuerpos en San José de Apartadó, o en Vigía del Fuerte, o en Mutatá. Hoy muchas de las personas que estamos en el Gobierno somos sobrevivientes del conflicto armado”, dijo.

Si bien la ley dicta el encuentro convocado por la Unidad, Patricia Tobón Yagarí insistió en el esfuerzo que debe hacer la entidad que dirige para que no sean delegados quienes atiendan las necesidades de las víctimas, sino los altos funcionarios.

Por ello participaron en este encuentro Danilo Rueda, alto comisionado para la Paz; Gloria Cuartas, directora de la Unidad de Implementación del Acuerdo Final; y María Valencia Gaitán, directora del Centro Nacional de Memoria Histórica, entre otros. La intención de Tobón Yagarí era que los delegados de las organizaciones de víctimas pudieran conocer de primera mano, de las voces competentes, los procesos que adelanta el Gobierno para subsanar los rezagos en la reparación integral, los ajustes que se deberían hacer a la normativa que cobija a las víctimas y la participación de estas en la política de Paz Total.  

 

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Varias delegadas y delegados de las mesas de participación de víctimas aplaudieron el esfuerzo de la Unidad de realizar este espacio e instaron a que esta juntanza se desarrolle en las regiones, de manera que también incluya a víctimas que no están hacen parte de organizaciones sociales. Así lo dijo Laura Borrero Fierro, representante en el comité ejecutivo de la mesa nacional de víctimas, y de juventudes.  

“Es la primera vez que en un evento en Bogotá se le da una amplia participación a la mesa distrital. Además de eso, han venido a atender diferentes entidades en cabeza de sus directores, que era un llamado que se hacía porque a estos espacios de participación, por lo general, venían delegados que no tenían la capacidad de tomar decisiones, y que no estaban comprometidos con los procesos de liderazgo que llevábamos las víctimas en el territorio”, expresó. Borrero Fierro añadió que para tejer confianza entre el Gobierno y las mesas de víctimas es crucial “abrir nuevos espacios regionales, salir de la capital y visitar los territorios”.