En desarrollo de la estrategia Proyectándonos, que realiza acompañamiento psicosocial y sensibilización sobre la adecuada inversión de recursos, 25 menores de edad, junto a sus acudientes, conocieron sus derechos, reafirmaron sus deberes y a través de dinámicas grupales e individuales iniciaron la construcción de sus planes de vida.
Santiago tiene 9 años participó, con su hermano Víctor Manuel, de la jornada cumplida en la ciudad de Pasto, donde los dos aprendieron que los derechos de los niños deben prevalecer siempre y que los sueños se pueden alcanzar. “Hicimos muchas cosas, pintamos, jugamos y nos divertimos, aprendimos que todos los niños tenemos derechos, a mí el derecho que mas me gusta es el derecho a estudiar porque así tendremos un buen futuro. Yo cuando sea grande quiero ser policía, para ayudar a los demás…También nos enseñaron que todos tenemos que luchar por los sueños”, afirmó.
Carmen Muñoz acudió a la jornada acompañando a sus dos nietos y expresó que encontrar espacios de reflexión, aprendizaje y unión familiar es muy importante para los sobrevivientes del conflicto. “Nosotros como víctimas hemos pasado situaciones muy difíciles, que sólo Dios conoce, por eso creemos que es muy importante que los jóvenes se orienten pero también los adultos y los abuelos como yo, conocer y respetar los derechos de los niños y por qué tenemos que enseñarles a nuestros hijos y nietos que inviertan bien su indemnización, apoyarlos en sus sueños y que sigan adelante para tener un futuro mejor”, destacó Carmen.
Dayana Hoyos, profesional psicosocial de la Unidad para las Víctimas en Nariño, explicó que en el taller se trabaja integralmente varios temas: el aspecto relacionado con los derechos que tiene la población víctima del conflicto, la responsabilidad del Estado frente a las víctimas en la reparación integral, y la responsabilidad de la familia como apoyo y ejemplo para los menores de edad que están por recibir su encargo fiduciario.
El objetivo es que los recursos que reciben como indemnización, a través de los encargos fiduciarios, sean invertidos para mejorar su calidad de vida, es decir, en estudio o proyectos de emprendimiento.
“En la jornada nos enfocamos en sensibilizar a los niños y a sus padres en la importancia de invertir una indemnización en procesos que mejoren la calidad de vida y que desde ya los niños, niñas y adolescentes proyecten y trabajen por sus metas en el corto, mediano y largo plazo; es necesario que se comprenda que estos recursos que recibirán al cumplir la mayoría de edad, que la Unidad denomina indemnización administrativa, hacen parte de un proceso de reparación y de restitución de derechos y deben ser usados para este propósito”, manifestó la profesional de la Unidad.
