Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

La esperanza de una víctima emprendedora con reapertura de frontera con Venezuela

Con la reapertura de la frontera con Venezuela y la profundización de las relaciones comerciales binacionales, las víctimas en Cúcuta ven una nueva oportunidad de crecimiento empresarial para la comercialización de sus productos.

Arisabel Meza es una víctima que en el 2018 volvió a Colombia tras permanecer 16 años en el vecino país a donde partió huyendo de la violencia. Cuatro años después de su retorno, Arisabel se ha convertido en un ejemplo de superación gracias a la capacitación y el beneficio de los Esquemas de Acompañamiento Familiar (entrega de dotación, máquinas y mobiliario) liderados por la Unidad para las Víctimas con el apoyo de organismos internacionales. Ella tiene su propia microempresa: “Confecciones Danfer”.

Actualmente, confecciones “Danfer” tiene compradores venezolanos que adquieren pijamas para damas, niño, caballeros, en distintas presentaciones. “Al venir los clientes de Venezuela, van a aumentar las ventas y así puedo ofrecer más oportunidades de empleo al tener mayor demanda de nuestros productos”, dice Meza.  

Con la reapertura comercial, Arisabel ve un fortalecimiento comercial para sus productos. “Como víctima retornada de Venezuela veo muy positiva la reapertura de la frontera por el intercambio comercial. Somos dos pueblos hermanos que nos beneficiamos mutuamente para que nuestros productos lleguen más allá de la frontera y nuestros clientes tengan la oportunidad de venir y comprar en nuestra tienda”, señala. 

Con los Esquemas de Acompañamiento Familiar en cooperación con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Consejo Noruego para Refugiados, la Unidad ha beneficiado a víctimas retornadas del exterior en un proceso integral de capacitación y entrega de recursos para la ejecución de sus proyectos. Arisabel fue una de las beneficiarias: “La Unidad para las Víctimas nos dio un aporte de $5 millones para cada beneficiario, nos capacitaron sobre cómo generar una idea de negocio y con lo aprendido he ido aplicando poco a poco”, precisó.

 A finales del 2019 recibió los beneficios del programa, dos años después se mantiene vigente y su iniciativa de negocio ha generado un crecimiento en fabricación de prendas, procesos comerciales en el orden regional, nacional y ahora internacional donde sus actuales clientes venezolanos tendrán mayor facilidad para adquirir sus confecciones con la reapertura de la frontera. 

 FIN (CEGS/COG)