Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Corregimientos De La Sonora, El Tabor Y Veredas Betulia Y Maracaibo

Esta comunidad afrontó en la época de la violencia el mayor índice de hechos victimizantes en el municipio de Trujillo, presentándose dinámicas de enfrentamiento entre la Guerrilla del ELN, y el Ejercito, estigmatización por parte de la fuerza pública, masacres de hombres del ejército y personas de la comunidad civil producidos por los enfrentamientos con las guerrillas, así como asesinato, desapariciones forzadas y tortura de líderes comunitarios, por parte de las autodefensas. Entre 1988 y 1994, en los municipios de Trujillo, Bolívar y Riofrío  (noroccidente del departamento del Valle) se registraron, según los  familiares y organizaciones humanitarias, 342 víctimas de homicidio, tortura y desaparición forzada como producto de un mismo designio criminal. En esta larga cadena de crímenes, las desapariciones de La Sonora, la desaparición de los ebanistas, el asesinato del sacerdote Tiberio Fernández y la desaparición de sus acompañantes, ocurridos entre marzo y abril de 1990, marcan el clímax del terror reinante en la zona. Comunidad campesina, habitantes del corregimiento donde se dieron las primeras desapariciones forzadas y otros hechos violentos, ocurridos entre marzo y abril de 1990” en el municipio de Trujillo. – Fuente (Trujillo una tragedia que no cesa, CNRR) 

Hechos Victimizantes

Entre los principales hechos victimizantes se encuentran homicidios, desapariciones forzadas, amenazas, despojos y desplazamientos forzados, lo que generó daño materiales en la reducción patrimonial directa, transformación negativa en formas de vida, ruptura de tejido social, despojo y cambios en sus formas organizativas. 

Qué Pretendemos

Reparación intregral frente al daño ocasionado por la violación a derechos colectivos, impacto colectivo por la violación de derechos individuales y violación grave y manifiesta de los derechos individuales de los miembros del colectivo.