La Ley 1448 de 2011, prorrogada por la Ley 2078 de 2021, establece que las víctimas recibirán ayuda humanitaria de acuerdo con las necesidades inmediatas que guarden relación directa con hechos victimizantes para mitigarlos y evitar el sufrimiento de las víctimas.
En este sentido, la Unidad, a través de la Dirección de Gestión Social y Humanitaria y la Subdirección de Prevención y Atención de Emergencias en su labor de planeación y alistamiento de respuestas para atender emergencias, ha elaborado una nueva guía para la formulación planes de contingencia.
María Cristina Carreño, subdirectora de Prevención y Atención de Emergencias, y Laura Villegas, coordinadora del Grupo de Cooperación Internacional de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, presentaron esta guía que incluye una caja de herramientas que centra y estandariza su mensaje en la garantía del goce efectivo de derechos de las víctimas, a través del mínimo vital, dando un paso a paso para que los municipios hagan el alistamiento de la respuesta a emergencias humanitarias desde sus capacidades territoriales reales de forma concreta, práctica y sencilla en las primeras horas, días o semanas de cada evento.
María Cristina Carreño resaltó: “en este proceso de elaboración de la caja de herramientas, el apoyo de la cooperación internacional ha sido estratégico para la Unidad, el país y las víctimas, toda vez que suma al acompañamiento en asistencia técnica, transferencia de metodologías y complementariedad en la atención de emergencias que de manera subsidiaria hacen los socios cooperantes en el territorio nacional”.
Para ello, y gracias a la cooperación internacional de los socios cooperantes, Colombia Transforma, USAID y ACNUR, durante el segundo semestre de 2021 se trabajó armónicamente con un grupo de consultores y diversos equipos de trabajo que, con base en diferentes experiencias y aprendizajes, materializaron la guía que presenta de forma sencilla, lineamientos concretos y prácticos para garantizar ese mínimo vital como una medida de atención adecuada, pertinente y oportuna.
Dentro de la caja de herramientas se destacan como elementos facilitadores un brochure o folleto, un guion metodológico y un protocolo para que los equipos de trabajo en territorio puedan conocer, analizar, organizar y desplegar, conforme a sus particularidades y realidades locales, una mejor gestión de sus riesgos.
Ahora la tarea es sumar esfuerzos para lograr procesos de articulación, socialización y difusión con diversos aliados, grupos de interés y audiencias para lograr que esta guía sea conocida y apropiada por todas las partes interesadas de tal forma que autoridades locales, comunidades y organizaciones de base logren planear, desarrollar y desplegar estrategias de atención ante la ocurrencia de hechos victimizantes, para salvaguardar la vida e integridad de la población civil.
(Fin/GCI-DFM/COG)
