Tras 10 años de construcción, gracias al Registro Único de Víctimas se sabe quiénes son, dónde y cómo están los 9,2 millones de compatriotas que sufrieron los graves delitos y daños causados por el conflicto armado.
Este es uno de los sistemas, el más completo del mundo, que logró consolidar la cooperación de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) con entidades como la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas.
Así lo resaltó en Medellín este organismo de la Organización de Naciones Unidas en la presentación del balance de los 10 años de su Programa de Fortalecimiento Institucional para las Víctimas en 10 departamentos y 42 municipios priorizados, donde se ejecutaron 485 proyectos con financiación de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid). Antioquia está entre los más favorecidos.
Este se enfocó en fortalecer las entidades del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas, gobernaciones, alcaldías, personerías, 93 organizaciones de víctimas y las mesas de participación departamentales y municipales integradas por más de 27.000 representantes de esta población.
Según Camilo Leguízamo, coordinador del programa de la OIM, entre 2012 y 2022 se logró “mejorar las capacidades de 121 instituciones territoriales para que las víctimas sean hoy mejor atendidas y reparadas que hace 10 años por entidades más fuertes y con mejores modelos, protocolos y metodologías”.
Cerca de 1,4 millones de personas se beneficiaron. Por eso el funcionario resaltó el énfasis para “apoyar la implementación de la Ley de Víctimas y, nuestro principal socio, fue la Unidad para la Atención y Reparación a las Víctimas”.
Logros de la cooperación
Como resultado, indicó Leguizamo, “se dieron avances en la reparación individual y 185 planes de reparación colectiva” que benefician a comunidades urbanas y rurales, afrocolombianas, indígenas y campesinas.
Además, “junto a la Unidad se acompañó a 125.588 personas desplazadas por la violencia en el retorno a sus territorios o en la reubicación en nuevos lugares donde pudieran retomar sus proyectos de vida” con proyectos económicos familiares y obras comunitarias, indica el informe.
Otro logro entre la OIM, la Unidad para las Víctimas y entidades del sector salud es la medida de reparación de la rehabilitación psicosocial para que más de un millón de víctimas en Colombia se beneficiaran de atención, tanto individual como comunitaria, para su recuperación emocional.
El apoyo también se enfocó en la implementación de los acuerdos de paz entre el Gobierno y la guerrilla desmovilizada de las FARC a favor de la reparación, en articulación con la Unidad para las Víctimas y otras entidades como la Agencia de Renovación del Territorio.
Según el informe, “se apoyaron los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial con la ejecución de 37 iniciativas de construcción de paz y reconciliación, que contribuyeron a 29 acciones reparadoras” para la población en municipios priorizados. En Antioquia fueron 20 iniciativas en las subregiones del Norte, Nordeste, Bajo Cauca y Urabá.
También se “dotaron los puntos de atención de las alcaldías, las personerías y se capacitaron a sus funcionarios en 12 municipios, lo cual aumentó el registro de víctimas para su reparación”, afirmó Mónica Ángel, coordinadora de la OIM en Antioquia.
Néstor Torres, coordinador de la mesa de víctimas de Anorí, reconoció que “ha sido fundamental el fortalecimiento para que tuviéramos voz e incidencia en la incidencia en las políticas públicas y para reclamar nuestros derechos a la verdad, justicia y reparación”.
(Fin/JCM/COG)
