Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Víctimas desaparecidas en Sucre fueron honradas en el Parque Santander de Sincelejo

La Red de Víctimas Tejedoras de la Memoria y la Unidad para las Víctimas desarrollaron una jornada de integración pública para honrar la memoria de 501 personas desaparecidas por el conflicto armado en Sucre, conmemorando la Semana del Detenido Desaparecido en Colombia.

Con el fin de recordar y honrar la memoria de las víctimas desaparecidas en Sucre a raíz del conflicto armado, la Red de Víctimas Tejedoras de la Memoria y la Unidad para las Víctimas desarrollaron un encuentro llamado ‘Un espacio para rememorar y visibilizar la voz de quienes no la tienen’, en el que representantes de esta organización y de la comunidad de víctimas se encontraron en el Parque Santander de Sincelejo.

Como lo hacen el quinto día de cada mes, desde hace más de 8 años, la Red de Mujeres Víctimas Tejedoras de la Memoria se reúnen en ese mismo lugar para dignificar la vida de sus seres queridos para que su memoria no sea olvidada. Esta vez, y con el acompañamiento institucional de la Unidad para las Víctimas, realizaron este encuentro en el marco del Día Nacional del Detenido Desaparecido, que se conmemora la última semana de mayo.

El encuentro conmemorativo contó con el desarrollo de un recital poético y una intervención musical, a cargo de artistas del departamento. También se desarrolló un recorrido por la galería de la memoria de todos los rostros de las 501 víctimas de desaparecidos en el territorio sucreño. El encuentro concluyó con una velatón entre los asistentes, con el fin de simbolizar la memoria de las víctimas que, aunque estén desaparecidas, no se apagará nunca en los corazones de sus familiares.

Rumalda Paternina, presidenta de la Red de Víctimas Tejedoras de la Memoria, destacó la importancia de este espacio: “Somos mujeres tejedoras de la memoria que estamos haciendo incidencia, haciendo lo que no hicieron los que nos hicieron daño, tenemos que construirlo nosotros para que no haya más repetición”. También hizo un llamado al Gobierno nacional y a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en nombre de las víctimas del conflicto que han sido desaparecidas: “Les pido que, así como se hizo una audiencia de esclarecimiento en Montería, aquí en Sincelejo también se dé porque estamos urgidas de verdad”.

Andes

De las más de 191.000 víctimas por el hecho victimizante de desaparición forzada que hay en el país, en Sucre hay 2.207 oficialmente registradas; 501 personas son víctimas directas en este territorio, mientras que 1.706 son indirectas, corresponden familiares en primer grado de consanguinidad que sufrieron el flagelo de la violencia por esta razón.

Yaneth García, otra de las víctimas asistentes, valoró el acompañamiento institucional para el esclarecimiento de la verdad respecto a la ubicación de las víctimas en los últimos años: “En acuerdo del actual gobierno nacional con todas las entidades que se están articulando, le damos las gracias desde las Tejedoras de la Memoria por los esfuerzos que están haciendo para ubicar a nuestros familiares desaparecidos”.

En esa misma línea se expresó Bernit Esther Sequea, otra de las mujeres víctimas presentes en la jornada, quien llegó a sentir indiferencia por parte de las entidades del Estado, en el esclarecimiento de la verdad sobre sus familiares desaparecidos, también expresó: “Desde hace poco más de un año para acá estamos recibiendo un acompañamiento real por parte del Estado y ya tenemos indicios de donde están nuestros desaparecidos, que es lo más importante y lo que queremos, darles cristiana sepultura o por lo menos saber dónde están”.

Resaltar el poder transformador de las víctimas del conflicto armado es una de las apuestas más importantes de la Unidad para las Víctimas. Seguimos trabajando para dignificarlas y reconocer su capacidad de cambiar las condiciones de vida de sus familias, comunidades y territorios; son las víctimas del conflicto armado quienes hoy deben tener la palabra, pues son quienes han dado segundas oportunidades y son el referente ético y moral para guiar al país hacia la Paz Total.