102 familias (243 personas) del pueblo Emberá, asentadas en Bogotá, inician este martes el retorno voluntario a sus comunidades ubicadas en el Alto Andágueda, en el municipio de Bagadó, Chocó.
El traslado fue posible gracias a la concertación cuidadosa entre el Gobierno Nacional y el gobierno autónomo, proceso liderado por la Unidad para las Víctimas. En él participan otras entidades encargadas de coordinar esfuerzos para empezar a satisfacer las necesidades básicas de la población desplazada y sentar las bases para que sea un retorno sostenible en el tiempo.
Desde el 1 de diciembre de 2021, hasta el 22 de diciembre de 2022, la Unidad ha acompañado seis retornos voluntarios, para un total de 639 familias Emberá (1883 personas), que han regresado de forma segura y sana a sus territorios.
Así las cosas, el traslado de este 28 de febrero se configura como el séptimo de la población Emberá que se desarrolla bajo los principios de seguridad y dignidad, lineamientos de la Unidad.
Más de 10 buses saldrán de Bogotá hacia Pueblo Rico, Risaralda, para movilizar a las familias y sus enseres. Además de la Unidad para las Víctimas, la Policía y una ambulancia acompañarán el recorrido terrestre.
Tanto el medio de transporte como la alimentación, antes y durante el viaje, fueron concertados con los retornados. Adicional a esto, la Unidad entregará kits de hábitat a los núcleos familiares para robustecer las viviendas a su llegada al Alto Andágueda.
La operación culmina el próximo 2 de marzo, pero después de ese momento la Unidad y demás entidades que componen la red de reparación integral a las víctimas deben continuar su trabajo en terreno para avanzar en los 103 compromisos adquiridos para con los Emberá el noviembre de 2022.
