Varios retos y metas tendrá la Unidad para las Víctimas en el Eje Cafetero, de cara a la implementación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, para mejorar la calidad de vida de las víctimas del conflicto armado en este territorio, que se acercan a las 240.000 personas.
Es así como en los departamentos de Caldas, Risaralda y Quindío se ha venido realizando un trabajo articulado con los entes territoriales, y las mesas municipales de participación, para lograr verdaderos planes, programas y proyectos que beneficien a la población.
Una de las principales acciones en las que desde ya está trabajando la directora territorial es en restablecer la atención presencial en el Centro Regional de Atención en Pereira y los puntos de atención en los otros municipios.
“Hemos venido desarrollando una serie de reuniones con los alcaldes, secretarías de salud y los organismos de control, para poder dar de nuevo apertura a los puntos de atención, sabemos que en diciembre el Eje Cafetero atravesó por un pico alto de contagio de COVID, pero no podemos desconocer la imperiosa necesidad que tienen las víctimas de ser atendidas de forma presencial ya que muchos de ellos no cuentan con acceso a canales virtuales; estamos mirando cómo prestar nuestros servicios con todos los protocolos de bioseguridad”, aseguró Laura Moreno Mejía, directora territorial de la Unidad en la región.
Otro de los grandes retos para el 2021 es hacer un trabajo fuerte en el tema de reparación colectiva, para empezar se busca el cierre del sujeto de reparación colectiva en Génova, Quindío, del cual tan solo resta una acción por implementar y ya estaba a punto de cumplirse a finales del 2020.
Así mismo, se pretende que los sujetos de reparación colectivos en el oriente caldense en Samaná y Pensilvania puedan avanzar al máximo, al igual que los diferentes momentos en los que se encuentran los sujetos étnicos que son de gran relevancia para que las poblaciones indígenas del territorio continúen afianzando sus relaciones con el Estado y distintas entidades del gobierno.
De igual manera, otro aspecto fundamental para seguir avanzando en la reparación de las víctimas, es la formulación de proyectos por parte de las alcaldías locales que tienen un plan de retornos y reubicaciones aprobado, de esta manera la Unidad podrá seguir entregando materia prima para hacer realidad esos proyectos que sirven para que las víctimas tengan un mejor día a día, como lo sucedido en Apía, Marquetalia y Samaná el año inmediatamente anterior.
También se espera poder seguir trabajando en equipo para lograr que las alcaldías y gobernaciones puedan cumplir con todo lo propuesto en los Planes de Acción Territoriales en favor de las víctimas del conflicto armado.
Finalmente desde luego la dirección territorial y su equipo de trabajo harán todo lo pertinente para cumplir con profesionalismo en frentes como la atención psicosocial, participación y lograr superar el número de indemnizaciones entregadas durante 2020, que ascendió a más de 4.000 cartas y cerca de $37.000 millones de pesos.
(Fin/EHB/CMC)
