En desarrollo de una carta de entendimiento, firmada en octubre de 2018, entre la Unidad para las Víctimas y CUSO International, fue presentada una metodología que contiene una ruta con la cual se pretende aumentar las posibilidades de vinculación laboral de las víctimas del conflicto armado en empresas del sector privado, de manera tal que ambas partes queden satisfechas y se garantice su empleo formal a largo plazo.
CUSO International tiene experiencia en procesos de empleabilidad con mujeres, jóvenes y víctimas en diversas ciudades de Colombia: en los últimos tres años han logrado la contratación de 5.200 personas, promoviendo lo que se denomina empleo inclusivo, según afirmó Alejandro Matos, director en Colombia de dicha organización, durante la reunión en la que fue presentada la metodología.
En desarrollo de la carta de entendimiento, CUSO contrató los servicios de la firma consultora ISEGORIA para el diseño de la metodología, con el apoyo de la Unidad.
Con dicha herramienta se espera superar escollos como el desconocimiento de las empresas acerca de la Ley 1448 de 2011, de la Unidad para las Víctimas y de los procesos con los sobrevivientes del conflicto, así como la prevención de empresas que han tenido experiencias fallidas con la contratación de víctimas, la selección adecuada de las víctimas para las vacantes existentes, la preparación de las víctimas para una entrevista de trabajo y otras habilidades blandas, la superación de los miedos de las víctimas frente a los retos laborales, entre otras barreras que muchas veces no se tienen en cuenta.
Para todo ello, será necesario el apoyo interinstitucional del Estado y el apoyo psicosocial a las víctimas para contribuir a su acceso y permanencia en el empleo, incluyendo la articulación con entidades como el Sena y el Servicio Público de Empleo, y la apertura de más espacios de acercamiento con las empresas privadas.
El director en Colombia de CUSO, Alejandro Matos, afirmó acerca de estos procesos, de acuerdo con su experiencia: “Es muy difícil lograr el match entre la vacante existente y la víctima adecuada”. Se refirió, además, a la importancia de que la víctima quiera la clase de empleo que se le ofrece, recordó que en general los procesos de selección de las víctimas son muy demorados y las empresas no están dispuestas a esperar tanto y destacó que cuando una víctima es contratada, permanece en el empleo más tiempo, en promedio, que las mujeres y los jóvenes con los que su organización ha tenido experiencia.
La Unidad para las Víctimas tiene también experiencia en la búsqueda de posibilidades de empleo inclusivo para las personas sobrevivientes del conflicto armado. Nicolás Fernández de Soto, coordinador del grupo de Cooperación Internacional de la entidad, recordó que a través de la firma Alianza Soluciones, se han hecho acercamientos con empresas como Sodexo, Bancolombia, Sura y Nutresa.
Otros acercamientos se han hecho con Alpina, Terpel, Ecopetrol y Drummond Colombia. Esta última cuenta entre sus trabajadores con un 12% de víctimas del conflicto.
En general, habrá que hacer una caracterización de víctimas y de empresas interesadas en estos procesos, tanto en lo nacional como en lo territorial y se revisarán las experiencias exitosas. El impacto esperado es superar la alta informalidad laboral de las víctimas y contribuir a que accedan a empleos formales y de largo plazo. La metodología se revisará permanentemente y, en principio, se aplicará desde ahora hasta finales de 2020.
(Fin/DRR/LMY)
