Con plantones y actos de memoria en unos 200 municipios colombianos, cientos de mujeres víctimas de delitos sexuales visibilizan este crimen de lesa humanidad para reclamar justicia restaurativa, garantías de no repetición y recordar que, pese al daño que sufrieron, son resilientes para reconstruir sus vidas.
Lo hacen este 25 de mayo para conmemorar el Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Violencia Sexual en el Conflicto Armado. En esta ocasión, sus reivindicaciones tienen como símbolo telares tejidos por las sobrevivientes con sus historias de dolor, pero también de superación y valentía.
Estas colchas hacen parte de la campaña “Arrópame con tu Esperanza”, liderada por la Mesa Nacional de Participación de Víctimas, sus similares en departamentos y municipios, la Red de Mujeres Víctimas y Profesionales y la Red Entretenzando la Confianza.
“Con estas colchas estamos arropando a las víctimas y contando lo que ha sido la violencia sexual desde nuestras vivencias para que no se repita, y esperamos que Colombia hago lo mismo con las víctimas, que nos arrope y se construyen políticas públicas porque necesitamos avanzar con la atención sicosocial, con la educación, en vivienda, en empleabilidad”, explicó la líder afrocolombiana Yolanda Perea.
Ella sufrió el hecho victimizante de la violencia sexual por guerrilleros de las FARC cuando tenía 11 años en Riosucio (Chocó) y su madre fue asesinada por el mismo grupo ilegal tras denunciar la violación. Ahora es representante de este delito en las Mesa de Víctimas de Medellín, de Antioquia y la Nacional, desde las que “hacemos incidencia para que nuestros derechos sean reconocidos y respetados”.
Como parte de la incidencia, durante una audiencia pública en el Congreso, solicitó a la Justicia Especial para la Paz (JEP) “garantizar justicia restaurativa y que los delitos sexuales en el conflicto armado sean un caso específico, el número 8 y no transversales para buscar la verdad en toda su dimensión, porque las víctimas ya estamos contando la violencia sexual. Pero necesitamos que los responsables salgan a la luz”.
Con ese fin, el 2 de agosto de 2018, la Mesa de Víctimas y organizaciones como No es Hora de Callar entregaron a la JEP 2 mil casos de delitos sexuales de grupos armados ilegales para indagar por sus responsables.
Yolanda Perea también destacó que, desde las mesas de participación de víctimas, se logró con la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas que se estandarizara la indemnización económica con 30 salarios mínimos legales vigentes para los sobrevivientes de delitos contra la integridad sexual. También que los hijos resultantes de estos casos fueran reconocidos como víctimas.
Reparación y dignificación
El director nacional de la Unidad para la Reparación a las Víctimas, Ramón Rodríguez, informó que 7.494 mujeres víctimas de violencia sexual (cerca de 1.500 en Antioquia) han recibido la indemnización económica y 2.712 han participado en la estrategia de reparación con enfoque de género. “Esta es la forma como la Unidad les contribuye como parte del reconocimiento que se hace en el Decreto 1480 de 2014, que crea la fecha de dignificación para las víctimas de este delito”.
También se implementa la Estrategia de Reparación Integral para Mujeres Víctimas de Violencia Sexual, en la que han participado 2.712 mujeres en Colombia, promoviendo sus derechos, recuperación emocional y orientándolas para una inversión responsable de sus indemnizaciones.
Yolanda Perea acompaña a la Unidad para las Víctimas en las jornadas reparadoras para ayudar a estas personas a “afrontar este hecho doloroso y entender que fuimos víctimas y que no fue culpa nuestra. Así empezamos a construir un proyecto de vida mejor”.
Los diez departamentos con mayor ocurrencia de violencia sexual contra la población femenina durante el conflicto armado son: Antioquia, Magdalena, Nariño, Bolívar, Putumayo, Cauca, Caquetá, Norte de Santander, Valle Del Cauca y Chocó.
