Narrar para Vivir, en sus propias palabras, es “la red de mujeres víctimas sobrevivientes de la violencia por conflicto armado interno de los 15 municipios de la región de los Montes de María. La organización agrupa a 840 mujeres que decidieron organizarse, desde el año 2000, como estrategia de resistencia civil de las mujeres y como una forma de superación del dolor y de la pérdida del sentido de la vida, y una vía para procesar los duelos postergados por perder a sus seres queridos”.
Su trabajo en la región conformada por los municipios de Córdoba, El Carmen de Bolívar, El Guamo, María La Baja, San Jacinto, San Juan Nepomuceno y Zambrano en el Departamento de Bolívar y por Chalán, Colosó, Los Palmitos, Morroa, Ovejas, San Antonio de Palmito, San Onofre y Tolú Viejo, en el departamento de Sucre, se orienta a visibilizar y promover la participación de las mujeres víctimas de la violencia por conflicto armado en la región de los Montes de María y contribuir a su empoderamiento mediante acompañamiento psicosocial, en procesos de exigibilidad de derechos, acceso a la justicia y reconstrucción de la memoria histórica.
La agencia de las integrantes de Narrar para Vivir en la exigibilidad hacia el Estado colombiano de implementar acciones de protección colectiva frente a las múltiples violaciones a los Derechos Humanos que han sufrido, incentivó que la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas mediante un proceso de constante dialogo, avanzara en la identificación de la organización como un posible sujeto de reparación colectiva en 2013. Dadas las condiciones particulares de este sujeto, su estructura organizativa regional, incidencia y relacionamiento con la institucionalidad, en el marco del proceso de reparación colectiva, las fases de acercamiento, alistamiento y diagnóstico del daño se desarrollaron de forma simultánea entre 2013 y 2014. El plan de reparación colectiva de la Red de Mujeres Narrar para Vivir fue aprobado en 2014 en los Comités Territoriales de Justicia Transicional de Sucre y Bolívar, por lo que se vienen adelantando las fases de implementación y seguimiento del Plan Integral de Reparación Colectiva, conformado por quince medidas.
A 2017, se cuenta con avances significativos en la implementación de Garantías de no Repetición, medidas de rehabilitación, satisfacción y restitución, que se han materializado mediante la confluencia de las entidades del SNARIV y de entidades cooperantes, entre otras, en la entrega y dotación de la sede de la organización, actos de dignificación y recuperación del buen nombre de la organización y sus integrantes, implementación de la estrategia Entrelazando, desde una perspectiva de derechos de las mujeres que reconoce y potencia el trabajo desarrollado históricamente por la organización en el ámbito psicosocial, fortalecimiento organizativo construido de manera participativa, acompañamiento a procesos formativos y de exigibilidad de derechos de las mujeres, formulación e implementación de proyectos, protección colectiva, y acompañamiento a iniciativas de reconstrucción de la memoria histórica de la organización.