Mujeres que transforman: resistencia, memoria, dignificación y justicia frente a las violencias

Reconocemos la valentía y fortaleza de las mujeres que han sufrido el conflicto armado en Colombia. Mujeres que, pese a enfrentar violencia sexual, psicológica, económica, racial, vicaria, entre otras, han resistido y alzado su voz para exigir acciones por la dignidad, la justicia y la memoria.

En este día recordamos que la violencia contra la mujer no ocurre solo como consecuencia del conflicto armado, sino que también es una expresión de estructuras de poder históricas que perpetúan desigualdades. Reconocer y enfrentar estas realidades es un paso esencial para garantizar la no repetición y avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria.

Ser mujer en un país atravesado por el conflicto armado

Estas violencias no solo han marcado cuerpos y vidas, sino que también han intentado silenciar los liderazgos de quienes defienden la vida, el territorio y los derechos humanos. Sin embargo, han demostrado ser pilares de transformación social, de la memoria y la esperanza. 

Las mujeres han tejido redes de resistencia y organización. Desde asociaciones barriales hasta colectivos feministas, su capacidad de organización ha sido crucial para exigir verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. Estas luchas han sido esenciales para el reconocimiento de sus derechos y la construcción de una paz sostenible en Colombia. 

La Unidad para las Víctimas reafirma su compromiso con las mujeres víctimas, reconociendo su liderazgo como agentes de cambio y priorizando acciones que les permitan superar la vulnerabilidad, reconstruir sus vidas y ser protagonistas de la paz. Este es un día para honrar su lucha y para unir esfuerzos que hagan frente a todas las formas de violencia que aún persisten. 

Mujeres afectadas por el conflicto armado

El conflicto armado es un fenómeno profundamente arraigado en desigualdades sociales y de género, por lo que 4.922.862 de las personas incluidas en el Registro Único de Víctimas (RUV) son mujeres. Es decir, el 50,21% del total de víctimas (9.804.387).

Según la caracterización de las víctimas incluidas en el RUV, se puede destacar que el 41,03% de las mujeres son niñas y adolescentes entre 0 y 17 años (2.020.076). 

Por su parte, el 20,99% (1.033.119) de las mujeres víctimas del conflicto que están incluidas en el RUV relacionan alguna pertenencia étnica.  

Estos datos muestran cómo la conjugación del género, la racialización, el ciclo vital y la discapacidad, coloca a las niñas y las mujeres adolescentes, especialmente aquellas con pertenencia étnica, en una situación de desventaja histórica compleja en el marco del conflicto armado.  

La fuerza colectiva en la defensa de sus derechos

Las mujeres víctimas del conflicto armado han liderado procesos organizativos que se han convertido no solo en espacios para sanar, sino en plataformas para exigir verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. Han consolidado movimientos sociales, tejido redes de apoyo y liderado iniciativas de paz, abriendo caminos hacia la equidad y la justicia. 

La creación de Sujetos de Reparación Colectiva (SRC) ha sido clave para fortalecer su capacidad política, ciudadana y de gestión. Con 11 SRC de mujeres reconocidos en el país, ubicados en Bogotá, Bolívar, Santander, Antioquia, Norte de Santander, Magdalena, Putumayo, Córdoba y Cauca. 

Estas agrupaciones trabajan por la defensa de sus derechos, el acceso a la tierra y la justicia de género. Además, impulsan proyectos de desarrollo social y económico, promoviendo educación, salud y actividades productivas que garanticen su bienestar y el de sus comunidades. 

Compromisos cumplidos: acciones del Gobierno del Cambio con las víctimas

El Gobierno del Cambio ha priorizado la reparación integral de las mujeres víctimas del conflicto armado, implementando acciones transformadoras que abordan desde la restitución de derechos hasta la superación de la vulnerabilidad. A través de programas como indemnizaciones administrativas a más de 862.000 mujeres con recursos superiores a los 6,7 billones de pesos, y estrategias como la atención psicosocial, más de 41.000 mujeres han recibido apoyo para reconstruir su proyecto de vida, fortaleciendo sus redes de apoyo y su resiliencia emocional. 

En materia de sostenibilidad y empoderamiento económico, cerca de 11.000 mujeres han sido apoyadas con iniciativas que fomentan la independencia financiera, incluyendo proyectos productivos y asistencia en retornos y reubicaciones. Además, con el programa Vivificarte, se han brindado medidas de satisfacción a más de 10.000 mujeres víctimas de violencia sexual, promoviendo sanación desde un enfoque sociocultural. 

Y en el marco de la restitución de tierras, se han diseñado esquemas de acompañamiento familiar enfocados en mujeres cabeza de familia, promoviendo su empoderamiento económico y acceso a recursos esenciales. Estas acciones han beneficiado a 10.900 mujeres, facilitando su retorno a los territorios y generando condiciones para la sostenibilidad de sus proyectos de vida. Con una inversión aproximada de 8.400 millones de pesos en transporte y traslado, y cerca de 13.000 apoyos económicos, estas medidas buscan garantizar su independencia financiera y fortalecer las economías locales. 

La Unidad para las Víctimas reafirma su compromiso con las mujeres víctimas del conflicto armado, reconociendo su lucha, su resistencia y su liderazgo como pilares fundamentales para construir una Colombia justa, digna y en paz.

Las voces de las mujeres víctimas en el exterior también deben ser escuchadas

Desde todos los rincones del mundo ellas, luchan por erradicar la violencia contra las mujeres.