La directora de la Unidad para las Víctimas en Norte de Santander y Arauca, Alicia María Rojas Pérez, entregó ayuda humanitaria a víctimas de tres municipios de la zona del Catatumbo, que han sido hostigados y desplazados este año por los grupos ilegales que se disputan el terreno en esta parte del país.
El recorrido de la funcionaria, cumplido el fin de semana, empezó en Hacarí, donde se distribuyeron 16 toneladas de ayudas humanitarias con alimentos, implementos de aseo, colchonetas, sábanas, toldillos y algunos utensilios de cocina, por un valor de 189 millones de pesos.
Cerca de mil habitantes de las veredas Mesitas, Castrillón, Agua Blanca, Las Juntas y La Esperanza, que estuvieron acampando en la sede del colegio San Miguel y en la Casa Cultural, recibieron los paquetes antes de retornar, la mayoría, a sus hogares.
Después de la entrega, se realizó un subcomité de prevención de emergencias para revisar la corresponsabilidad de los miembros del SNARIV, en el que participaron el profesional de la Unidad para las Víctimas en Ocaña, Andrés Paba, delegados de gobierno departamental, representantes del Ejercito, la Policía, la administración local y del Consejo Noruego.
En Ábrego y La Playa, la Unidad entregó 372 y 634 ayudas respectivamente, a víctimas afectadas por confinamiento en las veredas de San Juan, Bellavista, Higueros, Potrero Nuevo, Los Milagros, La Arenosa, Las Vegas, El Guamal y La Aguada, en el primer municipio, y La Vega de San Antonio, Llano Grande, Tabacal, San Pedro, Guarumal, Candelaria, La Peña, Corral Viejo, El Salero, Algarrobo, Montelargo, La Esperancita, en el segundo.
Un total de 1.006 víctimas se beneficiaron de los kits de alimento y aseo que hicieron parte de estos paquetes, en cumplimiento de la circular 00014 expedida el 17 de mayo por la dirección de la Unidad para atender la emergencia de confinamiento, como programa piloto.
