Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Mujeres afro víctimas de violencia sexual exaltaron el ‘Poder del Turbante’, en San Onofre

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En el caserío de Sabanetica, ubicado en el corregimiento de Libertad de San Onofre, Sucre, la Unidad para las Víctimas realizó un encuentro concertado con 30 lideresas afrodescendientes del departamento. Allí, se realizaron actividades de fortalecimiento emocional con enfoque psicosocial diferencial; se intercambiaron saberes ancestrales, se compartieron experiencias que contribuyen a la creación de redes de apoyo permanentes, y se socializó la oferta institucional, en aras de fortalecer ideas o emprendimientos en esta población y sus proyectos de vida.

“Nuestro sueño, desde hace más de 20 años, es que esas historias de liderazgos femeninos en el territorio, que han estado invisibilizadas, sean reconocidas y resignificadas; que esas mujeres cuenten sus experiencias y se den a conocer en todo el departamento de Sucre, a nivel nacional y, por qué no, a nivel internacional”, manifestó la lideresa por el municipio San Antonio de Palmito, Yoliver García.

Esta jornada fue coordinada desde la dirección territorial en Sucre de la Unidad para las Víctimas, y contó con el acompañamiento de la Fiscalía General de la Nación y de la Armada Nacional, que sirvieron como garantes para el desarrollo.

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“Traía un poco de inseguridad y de miedo, porque era algo nuevo para mí, pero, a lo largo de estos tres días, mi inseguridad se fue convirtiendo en fortaleza. Aprendí muchísimo: que detrás o delante de nosotros hay mujeres empoderadas, berracas y fue muy significativo venir”, comentó Rosiris Ramos, una de las participantes.

El encuentro tuvo un componente simbólico para el fortalecimiento integral de las participantes y el mensaje que estas seguirán transmitiendo a sus comunidades, con el acompañamiento de la institucionalidad, de manera que se establezcan lazos de confianza sólidos con las comunidades étnicas.

“Ha sido importante este espacio para la mujer negra, para poder identificarnos y reconocernos desde allí, resaltando nuestra valía, que muchas veces olvidamos porque no nos tomamos el trabajo de saber de dónde venimos, porque el antepasado está en nuestras venas y sigue en el presente”, agregó Katerin Julio Berrio, de Rincón del Mar. “El turbante tiene un poder de mandar tres mensajes; uno, donde anudamos, dos, donde se busca la forma y tres, siempre guardamos”, resaltó.

La directora territorial de la Unidad para las Víctimas en Sucre, Luisa Horta Orozco, agradeció el trabajo articulado entre la institucionalidad y los organismos de participación comunitaria en este tema. “Gracias a estos organismos de participación con el enfoque de género y étnico en el territorio, pudimos concertar con estas mujeres, invisibilizadas en su territorio; que pudieran compartir sus experiencias y generar el compromiso de avanzar en sus comunidades.

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Agregó que el reto es que se convierta en un proceso y trascienda en el tiempo, para alcanzar la transformación en estas mujeres sucreñas que tanto lo necesitan”.

Es importante recordar que los corregimientos de Libertad y Rincón del Mar, así como algunos caseríos cercanos a ellos, tienen una trascendencia para San Onofre en materia del conflicto armado, en especial del hecho victimizante de violencia sexual. Este es uno de los flagelos que se vivieron de forma más aguda en la subregión del Golfo de Morrosquillo, a finales de la década de los 90 e inicios de la década del 2.000.

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.